Actualizado 22/02/2012 22:17

Expertos de EEUU concluyen que el incendio en Comayagua fue accidental

Miembros De La Oficina De La ATF De EEUU En La Carcel Hondureña De Comayagua
Foto: OSWALDO RIVAS / REUTERS

TEGUCIGALPA, 22 Feb. (Reuters/EP) -

   El trágico incendio en la cárcel de Comayagua, en el centro de Honduras, donde murieron 360 personas fue causado accidentalmente por un cigarrillo u otra llama abierta, indica un informe de especialistas de Estados Unidos que investigaron la tragedia ocurrida hace una semana.

   La granja penal de Comayagua, situada 75 kilómetros al norte de Tegucigalpa, se incendió entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de febrero dejando un saldo total de 360 muertos.

   El Equipo de Respuesta Internacional de la Oficina de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) de Estados Unidos indicó que el incendio fue accidental, pero criticó las medidas de seguridad en el sistema carcelario hondureño, donde se encuentran hacinados más de 13.000 reclusos.

   "Este trágico suceso ha centrado la atención en las prácticas inadecuadas de seguridad en el sistema penitenciario hondureño, tales como la superpoblación, la presencia de materiales inflamables, la falta de personal en servicio, y la falta de un plan de evacuación viable para los reclusos", señala un comunicado.

   El penal de Comayagua alojaba 852 reos, pese a que fue construido para albergar a 400 internos. "Los expertos locales e internacionales que han investigado este episodio han concluido que el origen del incendio fue provocado por un accidente, que no hubo rociamento de gasolina, una explosión o un cortocircuito", dijo a Reuters la jefe de fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera.

   Familiares de los reos fallecidos se mostraron escépticos sobre el informe, mientras esperan desde hace días que les entreguen los cuerpos de sus seres queridos por momentos entre escenas de histeria y llanto.

   "No pudieron quemarse por completo selectivamente tantos recintos. Es muy improbable que no haya habido mano criminal, yo no creo eso, que mueran tantas personas y que además no se les hayan abierto las puertas para que salieran y se salvaran", comentó a Reuters Carlos Cerrato, de 47 años y quien perdió a su hijo Cristian.