DALLAS, 12 Nov. (Reuters/EP) -
La familia del liberiano Thomas Eric Duncan, la única persona que ha muerto por ébola en Estados Unidos, ha llegado a un acuerdo con el hospital que le atendió en Dallas, que admite haber cometido errores en la atención.
Los detalles exactos del acuerdo, confirmado por el propio centro y el abogado de la familia, Les Weisbrod, no han trascendido. Weisbrod, no obstante, sí ha asegurado que el Texas Health Presbyterian Hospital no exigirá el pago del tratamiento a los parientes de Duncan. El hospital "quería hacer lo correcto", ha añadido.
Las leyes de Texas convierten a este estado en uno de los más garantistas con el personal médico, por lo que expertos legales reconocen que la familia de Duncan no tenía garantizada la victoria en caso de llevar ante los tribunales una denuncia contra el hospital por 'mala praxis'.
Duncan presentó los primeros síntomas de la enfermedad cuando se encontraba en Dallas, a finales de septiembre. Dos días después de recibir un primer alta por parte del Texas Health Presbyterian Hospital, terminó regresando ya en ambulancia y quedó aislado.
Dos enfermeras que atendieron a Duncan, Nina Pham y Amber Vinson, contrajeron el virus, aunque lograron recuperarse.