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   BUENOS AIRES/SANTIAGO, 11 ene (Reuters/Notimérica) -

   Decenas de miles de argentinos viajarán al vecino Chile en los próximos días para ver a su compatriota el papa Francisco quien no ha vuelto a su país desde que asumió como líder de la Iglesia, pese a que visitó varias veces América Latina en los últimos cuatro años y medio.

   Unos 40.000 jóvenes se han organizado para cruzar la cordillera de Los Andes, muchos en maratónicos viajes en bus hacia algunas de las tres ciudades chilenas en las que estará el Papa Francisco, dijo Mariano García, coordinador nacional del Ministerio de la Juventud en Argentina.

   "La visita es muy importante para todos los jóvenes de Argentina", dijo García, de 36 años. "(Francisco) es uno de los grandes líderes, no sólo para los jóvenes dentro de la Iglesia Católica, sino que para toda la juventud", agregó.

   El primer papa latinoamericano, cuyo nombre secular es Jorge Bergoglio, hizo su primera visita pastoral a Brasil poco después de ser ungido en 2013. Desde entonces, ha viajado a Bolivia, Ecuador, Paraguay, México, Cuba, Colombia y estará en Chile del 15 al 18 de enero para luego trasladarse a Perú.

   Si bien se cree que Francisco intenta mantenerse alejado de la política en Argentina, las expectativas de una visita aumentaron luego de que a principios del 2017 se anunciara la posibilidad de un viaje del Papa a Perú y Chile.

   Pero esa opción no se concretó y los argentinos aun deberán esperar que Francisco visite su país, la tercera economía de Latinoamérica y el cuarto más poblado de la región.

   Sin embargo, Jorge Bergoglio, el primer Papa jesuita, mantiene vínculos con Argentina. Se ha reunido con el magnate y presidente conservador Mauricio Macri en el Vaticano, pero como un campeón de la humildad ha criticado el capitalismo.

   "Evidentemente tiene una mirada crítica en términos de gobiernos basados en la exclusión (...) en puntos de vistas conservadores", dijo Daniel Menéndez, jefe del grupo comunitario Barrios de Pie y uno de los 500 activistas que planea viajar a la sureña ciudad chilena de Temuco.

   Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio tuvo una tensa relación con la expresidenta Cristina Fernández, actual senadora, y su difunto esposo y predecesor, Néstor Kirchner.

   Aunque ella trató de retratarse como cercana al líder católico, su relación se deterioró cuando logró que el congreso argentino aprobara en 2010 el matrimonio homosexual.

   Por ello, para evitar una posible injerencia interna o uso político, una visita del Papa a Argentina no se ve cercana.

   "El Papa seguramente visitará Argentina en algún momento, pero sería en el marco de una gira con un discurso distinto y no con los objetivos de hoy en términos de los desposeídos, de la lucha contra la desigualdad, de los inmigrantes", dijo Guillermo Holzmann, cientista político y profesor universitario en Chile.

   "(Esto) lo lleva a priorizar su presencia en los países que tienen una mayor complicación con estas temáticas y por tanto deja a Argentina como un objetivo no prioritario", agregó.

MENSAJE A LA DISTANCIA

   Pese a que Argentina no estaría en la agenda del líder religioso en el corto plazo, Menéndez dijo que esperaba que Francisco aborde algunos problemas relevantes para su país en Temuco, como los derechos de los indígenas mapuche después de los choques con la policía argentina el año pasado.

   Temuco, ubicada a 170 kilómetros de la frontera con Argentina, es la capital de la etnia mapuche chilena y algunas de sus comunidades se encuentran en permanente enfrentamiento con la policía en medio de reivindicaciones territoriales.

   "Hemos visto al Papa intervenir en conflictos como el bloqueo de Cuba y el proceso de paz de Colombia (...) es importante un llamado a la paz y al diálogo", dijo Menéndez.

   Pero la llegada de Menéndez y de los miles de argentinos por los distintos pasos fronterizos a territorio chileno no será fácil, más aún con las sinuosas carreteras y un tráfico que se espera con largas filas en los controles aduaneros.

   "Por la cantidad de gente y por ser el paso (fronterizo) más importante, calculamos que la mayor presencia va a venir de Mendoza, pero muchos lo harán de San Juan y Córdoba", dijo José Bordón, embajador de Argentina en Santiago.

   La visita del Papa coincide con el recambio de miles de turistas argentinos que vacacionan en Chile, lo que ha obligado a las autoridades de ambos países a extremar medidas de seguridad y de personal en los puntos aduaneros.

   "Vamos a tener un flujo inédito (de extranjeros)", dijo el jefe de Pasos Fronterizos de Chile, Reginaldo Flores.

   La inusual oleada de argentinos y de cientos de bolivianos que cruzarán a territorio chileno para ver a Francisco tiene en alerta también a las autoridades fitosanitarias de Chile, ya que es un fuerte exportador agrícola.

   Desde el ministerio de Agricultura aumentaron el número de trampas para insectos, especialmente para la temida mosca de la fruta, como también la cantidad de máquinas de rayos X y brigadas caninas, en un intento por agilizar los trámites migratorios.

   "Es vital (...) mantener nuestros estándares de sanidad animal y vegetal", dijo Carlos Furche, ministro de Agricultura.

   En un anticipo del fervor religioso, el paso fronterizo chileno-boliviano Colchane, registró un alza del 100 por ciento de sus usuarios entre diciembre y el miércoles 10 de enero, algo que autoridades espera continúe en los próximos días hasta que el Papa visite Iquique, en el norte del país, el 18 de enero.

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