Actualizado 06/07/2016 13:45

Frida Kahlo, la supervivencia y el arte del México de antaño

Una de las fotografías de la exposición sobre Frida Kahlo
FMC

   CIUDAD DE MÉXICO, 6 Jul. (Notimérica) -

   Hace 109 años, la delegación mexicana de Coyoacán veía nacer un 6 de julio a Frida Kahlo, hija del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo y la mexicana Matilde Calderón.

   Tras una vida marcada por la enfermedad, el dolor y la superación propia, la pintora mexicana se convirtió en todo un icono del país iberoamericano, que aún la recuerda 62 años después de su muerte, el 13 de julio de 1954.

   Con tan sólo seis años, Frida Kahlo contrajo poliomielitis, una enfermedad que afecta principalmente al sistema nervioso y que perjudicó a su pierna derecha, la cual se desarrolló muy delgada, y a su pie, que se estancó en el crecimiento. Ante esto, Frida hizo de la moda su mejor aliada para camuflar sus secuelas físicas, por lo que trataba de esconder estas imperfecciones llevando prendas largas que cubrieran sus pies.

   Más tarde, la artista mexicana viviría un drástico acontecimiento que le cambiaría la vida por completo. A los 18 años, Kahlo sufrió un grave accidente volviendo de la escuela a casa, cuando el autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía.

   Su columna vertebral se fracturó en tres partes, al igual que dos costillas, la clavícula y el hueso púbico. Su pierna derecha se vio igualmente afectada, a la vez que su pie derecho, que se dislocó. También se le descoyuntó el hombro izquierdo y un pasamanos le atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina.

   Durante su larga convalecencia, Frida Kahlo se enteraría de que nunca podría tener hijos, un hecho que le afectó hasta el punto de que llegó a crear un certificado de nacimiento de un hijo imaginario.

LA PINTURA, SU REFUGIO

   Estos hechos despertaron en ella una necesidad aún mayor de refugiarse en el arte. Así, en 1926 Kahlo creó su primer autorretrato al óleo, que dedicó a su novio de entonces, Alejandro Gómez Arias.

   A través de sus pinturas, la artista mexicana reflejó sus vivencias y sus dificultades para sobrevivir, ya que pasó por 32 operaciones quirúrgicas, sufriendo la amputación de una pierna durante una de ellas.

   Tras sus 47 años de vida, Frida Kahlo dejó un legado de unas 200 obras, en su mayoría autorretratos, que a día de hoy siguen recorriendo el mundo.

   Su historia, en la que tuvo un papel crucial Diego Rivera, el que sería su marido y con el que compartió su pasión por el arte, permanece vigente en fotografías, canciones e incluso proyectos audiovisuales.

   A pesar de que muchos artistas han calificado su obra de surrealista, Frida Kahlo siempre se mostró reacia a esta etiqueta, negándola rotundamente. "Se me tomaba por una surrealista. No es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he pintado era mi realidad", declaró.