Publicado 21/06/2016 21:53

Fundador de una secta católica peruana continúa impune por supuestos abusos sexuales

 Luis Fernando Figari Con Juan Pablo II
TWITTER

   MADRID, 21 Jun. (Notimérica) -

   El fundador de la secta religiosa peruana 'Sodalicio de Vida Cristiana', Luis Fernando Figari, denunciado por presuntos abusos sexuales, continúa impune tanto en Perú como en Roma, dónde reside desde que fue aislado de su país natal en 2010.

   Figiari, que actualmente ha sido declarado como persona non grata por la secta católica que fundó en Perú, solo rendía cuentas ante el Vaticano y todo apunta a que el papa Francisco estaría dispuesto a darle una oportunidad a este grupo para que se renueve.

   El exlíder de este grupo religiosos, que en la realidad no es un sacerdote sino un seglar, ha sido acusado por varios antiguos miembros de la secta de haber abusado física, psicológica y sexualmente de ellos. Además, el nuevo líder de la organización afirma que Figari cometió los delitos de los que se le acusa.

   "Tras haber escuchado todas las declaraciones, creemos que Luis Fernando Figari cometió estos abusos, lo consideramos persona non grata y deploramos y condenamos sus acciones", dijo el actual líder del Sodalicio, Alessandro Moroni, en un video publicado en Internet. Además, pidió perdón a las víctimas y reconoció que no habían recibido la atención que merecían.

   En 2010, después de recibir denuncias sobre los abusos, la secta decidió que Figari debía abandonar Perú e instalarse en Roma. El año pasado, coincidiendo con el anuncio de que el Vaticano había decidido investigar los hechos, el grupo religioso reconoció que posiblemente las acusaciones sobre su antiguo líder fueran ciertas.

   "Era una secta religiosa absolutamente autoritaria y todo el poder se concentraba en una sola persona, Luis Fernando Figari", explicó Pedro Salinas, un exmiembro de la secta y coautor del libro 'Mitad monjes, mitad soldados' al diario británico 'The Guardian'.

   Cinco exmiembros de la secta buscan que Figari y otros líderes sean penados por sus actos. Además, el mes pasado interpusieron una demanda en Perú, acusando a Figari y a otros siete líderes de secuestro, agresión y conspiración criminal.

   El fundador de la secta nunca ha sido imputado por ningún crimen en Perú pero ahora está siendo investigado por la Oficina del Fiscal General de este país.