Actualizado 17/08/2009 16:25

Grupo judío critica a príncipe de Liechtenstein

BERLIN (Reuters/EP) - El Consejo Central de Judíos de Alemania acusó al príncipe de Liechtenstein, Hans-Adam II, de convertir el Holocausto en una "burla" al decir que el secreto bancario en su principado había ayudado a salvar a muchos judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

El príncipe hizo estos comentarios en una entrevista con el diario Liechtensteiner Volksblatt, en la que afirmó que Liechtenstein y Suiza habían "salvado la vida de muchas personas, especialmente judíos", gracias a sus leyes de secreto bancario.

Añadió que Alemania "debería pensar en su propio pasado" antes de atacar a Liechtenstein y a otros países por políticas bancarias que según Berlín alientan a la evasión de impuestos.

El Consejo Central de Judíos de Alemania criticó el lunes duramente los comentarios, calificándolos como una falsa descripción del evento histórico.

"Los comentarios supusieron una burla del Holocausto y de los que sobrevivieron", dijo Stephan Kramer, secretario general del Consejo, al diario Bild.

"Es un intento de utilizar el Holocausto como una defensa de los fallos políticos del príncipe. Presentar a Liechtenstein como un colaborador misericordioso de los judíos no concuerda con los hechos históricos", agregó.

Liechtenstein permaneció neutral durante la Segunda Guerra Mundial.

El padre del príncipe se convirtió en el primer monarca que situó su residencia permanente en Liechtenstein cuando los nazis se anexionaron Austria, donde vivía antes, en 1938.

El príncipe Hans-Adam, de 64 años, dijo en la entrevista con el diario que durante la época nazi las familias judías habían podido utilizar dinero guardado en cuentas bancarias secretas en Liechtenstein y Suiza para comprar su libertad.

"En países comunistas era similar", declaró. "El secreto bancario salvó vidas y sigue salvando vidas hoy", añadió.

No es la primera vez que el príncipe, quien entregó el Gobierno del día a día de Liechtenstein a su hijo, el príncipe Alois, en 2004 pero sigue siendo jefe de Estado, atrae la ira de grupos judíos.

El año pasado, en medio de una crisis diplomática con Berlín sobre las leyes de secreto bancario del principado, calificó a Alemania como el "Cuarto Reich".