Actualizado 17/06/2009 19:15

Grupo de rumanos denuncia ataques racistas en Belfast

Por Anne Cadwallader

BELFAST (Reuters/EP) - Un grupo de familias rumanas se ha visto obligado a abandonar sus hogares en Belfast tras varios días de ataques racistas, y se ha cobijado en una iglesia para pasar la noche.

Bandas rompieron ventanas y puertas de las casas ocupadas por alrededor de un centenar de rumanos, entre los que había una niña recién nacida, en el sur de Belfast. También fueron amenazados a punta de pistola.

"No tengo intención de quedarme en Irlanda del Norte. Quiero recoger las cosas y regresar a Rumanía", dijo María, una de las víctimas, a periodistas. Declinó aportar su apellido pero dijo que actuaba como portavoz del grupo.

"Ha estado pasando durante dos semanas. No he dormido desde hace una semana. Es increíble lo que ha sucedido", agregó.

La policía colaboró con varias organizaciones para recolocar a las familias en una iglesia el martes y fueron trasladados a un centro en el sur de la ciudad el miércoles por la mañana, donde la comunidad local donó mantas, pañales, toallas, comida y leche.

"Todo lo que quieren es volver a Rumanía, eso envía un mensaje muy negativo sobre Irlanda del Norte", dijo a periodistas Jeffrey Donaldson, un secretario de Estado del DUP en el ejecutivo de poder compartido de Irlanda del Norte.

"Igual que en el pasado el sectarismo ha sido responsable de violencia y división, no podemos permitir que el racismo se convierta en un nuevo sectarismo. Queremos dejar eso atrás", añadió.

La violencia sectaria entre los protestantes pro-británicos y los católicos pro-irlandeses ha dominado la vida en la provincia bajo control británico durante décadas, pero los delitos contra inmigrantes de la Europa del Este están en aumento.

Aficionados rivales se enfrentaron entre ellos y con la policía tras un partido de clasificación para el Mundial de fútbol entre Irlanda del Norte y Polonia en marzo, el mismo mes en que dos soldados británicos y un policía fallecieron en nuevos ataques por parte de de milicianos pro-irlandeses.

La policía dijo el martes que incrementaría las patrullas pero que no creía que los ataques contra los rumanos fueran organizados.

El viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, calificó los ataques como una afrenta contra la vasta mayoría de la población en Belfast y dijo que los autores serían castigados.

"Estas personas tienen que ser identificadas, detenidas y llevadas ante la justicia", dijo a periodistas.