Actualizado 04/04/2006 16:41

Guatemala.- Intervida denuncia que miles de damnificados por Stan siguen viviendo en albergues en Guatemala


MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Intervida denunció hoy que seis meses después del paso del huracán Stan por Centroamérica, miles de damnificados siguen viviendo en albergues temporales en Guatemala, tras advertir de que tiene que pasar "mucho tiempo" para que los damnificados recobren su vida cotidiana, sobre todo los que perdieron todas sus pertenencias.

En concreto, en Guatemala cerca de 12.000 familias perdieron sus viviendas, algunas de la cuales decidieron alojarse con familiares. Sin embargo, más del 58 por ciento están viviendo en los 4.000 albergues transitorios establecidos por el Gobierno con ayuda de varias organizaciones.

Según ha asegurado en varias ocasiones el Gobierno de Oscar Berger, en estos momentos se está gestionando la construcción de en torno a 12.000 viviendas para esas familias pero se espera que tendrán que pasar varios meses hasta que la entrega de esas casas pueda materializarse.

Los departamentos más afectados fueron San Marcos, Quetzaltenango y Sololá. A este último pertenece el municipio de Nahualá, donde Intervida realizó un diagnóstico de la situación de nueve comunidades que actualmente están viviendo en asentamientos temporales, mientras se gestionan sus nuevas viviendas, ya que no pueden regresar a sus comunidades originales al no ser lugares seguros para vivir.

Estos albergues temporales, de estructura de madera y techo de láminas de zinc, tienen un espacio de unos ocho metros cuadrados para cada familia. Según las conclusiones del diagnóstico elaborado por Intervida, los servicios básicos no son suficientes para cubrir las necesidades de esta población.

Así, explicño que ninguno cuenta con un sistema de agua potable establecido ni duradero sino que se abastecen con camiones cisterna que llenan los depósitos. Además, muchos asentamientos carecen de electricidad. En Nahualá sólo dos de ellos cuentan con este servicio, mientras que unas 1.236 familias están usando candil y candelas.

"Aparte de la urgente solución que requiere la falta de viviendas, hay también numerosas carencias en materia de infraestructura escolar y vial, sistemas de agua potable, así como necesidades de apoyo en el sector agrícola, que constituye la principal actividad económica para muchas familias", denunció la Fundación.

Después de la catástrofe, subrayó Intervida en un comunicado remitido a Europa Press, la mayoría de los cultivos se perdieron y desde entonces las familias se han alimentado de sus reservas y de la ayuda de organismos internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos (PAM).