Actualizado 26/02/2015 19:02

Habitantes de favelas de Río denuncian violencia en medio de la ocupación militar

Redada en las favelas brasileñas
Foto: SERGIO MORAES / REUTERS
 

MADRID, 26 Feb. (Notimex/Notimérica) -

   En la Maré, una de las mayores favelas de Río de Janeiro, se respira un ambiente de tensión por el alto control del territorio entre las bandas criminales y la concurrencia militar. La desesperación por parte de los habitantes ha desencadenado en manifestaciones resueltas con más violencia.

   A pesar de la presencia permanente del Ejército, que está acordado que permanezca hasta junio para ser reemplazado por un mayor contingente de Policía Militar, los habitantes aseguran que las tres principales bandas de narcotraficantes de Río, 'Terceiro Comando', 'Comando Vermelho' y 'Amigos dos Amigos', acaparan el poder en la Maré.

   Hasta ahora, se exhibe diariamente el poder bélico de los militares. Armas automáticas de gran calibre e incluso tanques patrullan por las calles donde a pocos metros, vendedores comercian cestos de fruta, películas de DVD piratas y ropa barata.

   La comunidad de 15 favelas, en la que viven más de 130.000 personas, se queja de la tensión creada por el poder militar y el control por parte de las bandas.

EL PRINCIPIO DE LA OCUPACIÓN

   El origen de la hostilidad se reduce a una operación iniciada a finales de marzo y completada en abril de 2014, cuando la Maré fue ocupada por la Policía Militar y el Ejército. Para esta intervención en la favela situada al norte de Río, fueron desplegados 2.500 militares.

   Desde la ocupación, la vida de los habitantes de clase media-baja ha cambiado radicalmente: los tiroteos entre los bandos son menos intensos pero el tráfico de droga continúa. Además, según denuncian varios residentes entrevistados, el Ejército ha militarizado un territorio cercano al área en el que se celebrarán los Juegos Olímpicos a partir de agosto de 2016.

   "El Gobierno nos prometió que iban a traer la paz pero aquí no han traído nada", protesta Vanessa, una habitante de la zona. "Estoy indignada. Están pasando muchas cosas aquí. Antes de la ocupación militar salía de mi casa a la una o las dos de la mañana para trabajar y no tenía miedo. Ahora cuando me voy a trabajar no sé si voy a volver, si me va a alcanzar una bala perdida de los militares", asegura.

   En un ambiente de tirantez es común que se produzcan incidentes, que terminan en tragedia. Recientemente un albañil murió por disparos de las fuerzas de seguridad al ser confundido por un traficante, y una camioneta que transportaba a un grupo de vecinos que volvían de fiesta fue disparada por la Policía, dejando siete heridos.

   Estas acciones han desencadenado este lunes en una manifestación a la que asistieron 200 habitantes de la comunidad, entre ellos gran presencia de jóvenes y niños, para formalizar una protesta contra la violencia policial, la militarización y la ocupación de las fuerzas de seguridad.

Favela Rio deJaneiro

PROTESTAS EN CONTRA DE LA OCUPACIÓN

   "Paz sin voz no es paz, es miedo" y "Basta de genocidio de la juventud negra" eran algunos de los rótulos que se podían leer en las pancartas que se exhibían. "¡Fuera la policía de ocupación!", "¡Fin a las muertes de civiles inocentes!", pedían los manifestantes, algunos de ellos lanzaron piedras a la Policía, que respondió con gases de pimienta.

   La protesta se agravó cuando se produjo un tiroteo entre las fuerzas del orden y supuestos civiles armados que disparaban desde las casas, dejando a los manifestantes y a la prensa, que se encontraban en la calle, en la línea de tiro, provocando el pánico.

   Fuentes de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro han asegurado que no hubo muertos, pero al menos un joven resultó herido de disparo, según fuentes no gubernamentales.

   El acto de protesta de este lunes, que fue dispersado con el lanzamiento de tres bombas lacrimógenas y con patrullaje militar con tanques, coincide con la visita a la ciudad de la cúpula del Comité Olímpico Internacional (COI) para conocer el estado de las obras de los Juegos Olímpicos de 2016.

   Esta revisión se da en un contexto de un aumento de muertes de civiles en operaciones policiales, en especial en los Estados de São Paulo y Río de Janeiro, donde los fallecidos crecieron un 97% y un 40% anual, respectivamente.

   Los datos revelados por la organización Human Rights Watch (HRW) de 2015 apuntan a un aumento del número de víctimas civiles a manos de las fuerzas militares: de 369 muertos en 2013 a 728 en 2015 en Sao Paulo; y un crecimiento de 416 a 582 víctimas mortales en Río de Janeiro.