Actualizado 18/02/2015 19:07

Hackear una red WiFi: una niña de 7 años lo logra en 10 minutos

Hacker
Foto: CHRISTOPHE VERDIER

MADRID, 18 Feb. (Notimérica) -  

   Hide my Ass, una empresa de seguridad informática, demuestra a través de un experimento controlado, la facilidad y los peligros de conectarse a redes WiFi. La protagonista de la prueba, una niña de siete años, consiguió hackear una red inalámbrica en poco más de diez minutos.

   El logro de Betsy Davis, la joven londinense a la que le gusta la tecnología, resalta los graves problemas de seguridad que pueden tener algunas redes inalámbricas en lugares públicos. Betsy consiguió hackear una en sólo diez minutos y 54 segundos, tras buscar en Google y mirar un tutorial por Internet que explicaba cómo hacerlo.

   "Los resultados del experimento son preocupantes, pero no del todo sorprendentes", afirmó el hackeador profesional Marcus Dempsey, que trabaja analizando la seguridad en las redes de las empresas.

   "Sé lo fácil que es para cualquier persona entrar en el dispositivo de un extraño y, en un momento en el que los niños suelen saber más de tecnología que los adultos, hackear puede ser un juego de niños", añadió Dempsey.

   El objetivo de este ejercicio fue alertar a la sociedad de los peligros de conectarse a redes WiFi sin la seguridad suficientes. El punto central del estudio son los 'hotspots' o lugares de acceso público a Internet: redes de bares, restaurantes, edificios o parques.

   Los hackers pueden acceder a los datos que se introducen a través de esas redes cuando, por ejemplo, los usuarios entran en su perfil de una red social o cuando se comunican con su banco.

   "Se recomienda que aprendan algunas reglas básicas de seguridad en Internet y que las sigan cuando se conecten a una red no privada", asegura Dempsey.

   También se busca enseñar a los más jóvenes sobre los riesgos que puede entrañar Internet y educarlos para utilizar sus dispositivos de una manera ética. Dempsey afirma que "es muy fácil caer en el mundo oscuro del hackeo".

   Pero ante todo, se pretende concienciar de la criminalidad que conlleva el hackeo. "Si un niño puede hacer una hackeo tan fácil en una red WiFi en pocos minutos, imagina el daño que puede hacer un hacker profesional criminal".

   Uno de los ejemplos de esta peligrosidad fue la desconexión que tuvo que hacer el Parlamento Europeo el año pasado de su sistema de wifi público tras ser objeto de ataques informáticos.