Actualizado 12/01/2011 20:55

Haití.- Haití rinde homenaje a las víctimas del terremoto con distintos actos de recuerdo

"El año 2010 ha sido un infierno para nosotros", relata una de las supervivientes


PUERTO PRÍNCIPE, 12 Ene. (Reuters/EP) -

Autoridades y ciudadanos haitianos rindieron este miércoles homenaje a las más de 220.000 víctimas mortales que causó el terremoto de hace un año, a través de diversos actos salpicados por el pesimismo ante la lenta reconstrucción del país y la incertidumbre política.

Miles de personas tomaron parte hoy en los distintos actos de recuerdo, incluido uno celebrado en las ruinas de lo que fue la catedral de Puerto Príncipe y al que asistió el enviado del Papa a Haití, así como otros líderes religiosos y autoridades extranjeras.

El Gobierno ha convocado un acto para las 16.53 hora local (22.53 hora peninsular en España), coincidiendo con el momento exacto en que se produjo el terremoto el 12 de enero de 2010. El miércoles, el presidente René Préval asistió a uno de estos homenajes en una fosa común donde están enterradas decenas de miles de personas y llamó a "nunca olvidar" a las víctimas.

Cientos de cruces pintadas de negro cubren la tumba donde podrían estar enterradas más de 150.000 personas. En el lugar también figuran dos pancartas escritas en lengua criolla y que dicen "12 de enero, nunca olvidaremos".

Las emisoras de radio, uno de los elementos clave en los días posteriores al potente terremoto de 7 grados, difundían este miércoles música solemne, mientras que las tiendas, bancos, centros educativos u oficinas del Gobierno permanecían cerradas en señal de luto.

"2010 HA SIDO UN INFIERNO"

En los distintos homenajes, los ciudadanos hicieron notar su malestar por la situación en que vive el país un año después. Unas 800.000 personas, del millón y medió que perdieron sus casas, viven aún en campamentos improvisados, un drama al que hay que añadir una epidemia de cólera que ha provocado más de 3.700 defunciones.

"Si la reconstrucción fuese seria, el funeral se habría celebrado dentro de la iglesia reconstruida", lamentó Carla Fleuriven, una joven madre de 19 años que asistió a la ceremonia celebrada en las ruinas de la catedral.

Otra de las víctimas, Maryse Edme, de 40 años, reza a Dios para conseguir "comida y refugio" y que la "pesadilla" vivida durante los últimos doce meses termine "para siempre".

Una de los habitantes del Campo de Marte, uno de los campamentos instalados en el área metropolitana de la capital y símbolo de la destrucción, denuncio que aunque ha oído "en televisión" sobre la ayuda internacional destinada a Haití, nunca la ha visto. "Los diplomáticos pasan por el aire, en helicópteros, pero nunca vienen aquí sobre el terreno", lamentó Hyacinthe Mintha, de 56 años.

La hija de Mintha, Hyacinthe Benita, aseguró que su familia todavía viven "en la miseria". "Espero que este año traiga un cambio real, porque 2010 ha sido un infierno para nosotros", explicó.