PUERTO PRÍNCIPE, 21 Feb. (Reuters/Notimérica) -
El presidente y el primer ministro de Haití asistieron el sábado a un inusual funeral oficial para las víctimas de una estampida en un Carnaval que causó la muerte de 17 personas esta semana, en una ceremonia abierta en una calle central de la capital a la que acudieron cientos de personas.
Los ataúdes, cada uno con una fotografía de la víctima, fueron ataviados con la bandera nacional rojo y azul de Haití, mientras que un cartel cerca decía: "En los tiempos malos y buenos, nosotros somos Haití".
Funcionarios aclararon que la cifra de muertos por el incidente del martes ascendía a 17, no a 18.
El primer ministro, Evans Paul, emitió un discurso en la ceremonia y mencionó que pasó por una situación similar cuando perdió a su hermana menor en un estadio de fútbol en 1976. "Es una forma de decirnos que durante nuestras vidas todos sentimos dolor alguna vez", aseveró.
También reconoció que el Gobierno tiene la responsabilidad de proteger a las personas y garantizar su seguridad. El Gobierno ha prometido presentar un reporte sobre el incidente y dijo que evaluará medidas para evitar accidentes que involucren a líneas de electricidad de alto voltaje.
La mayoría de las víctimas del accidente del martes murieron aplastadas durante una estampida ocurrida después de que un cable eléctrico alcanzó la carroza en la que paseaba un popular cantante, lo que provocó un fogonazo repentino y causó que los espectadores entraran en pánico.
El presidente, Michel Martelly, no emitió declaraciones en el funeral, pero dijo en su cuenta de Twitter: "Todo el país honra la memoria de los compatriotas jóvenes muertos en este desafortunado accidente (...) Comparto la tristeza de sus familias y les ofrezco mis condolencias".
El incidente en la capital de Haití llevó al Gobierno a cancelar el último día del Carnaval y a declarar tres días de duelo nacional.