Publicado 17/12/2013 10:17

De hallar rastros de vida en otro planeta, pudieron provenir de la Tierra

Perseidas
NASA

NUEVA YORK, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, han presentado un artículo que atribuye a la Tierra el papel de 'madre' de todo lo vivo en nuestro sistema planetario.

A través de un reciente estudio admiten la posibilidad de que, si un día encontramos indicios de vida en Marte u otro planeta del sistema solar, ésta pudo haber provenido de la Tierra.

Los autores suponen que la vida fuera del planeta Tierra podría haber evolucionado a partir de microbios terrestres, que habrían llegado a planetas lejanos a bordo de rocas que habrían sido lanzadas al espacio extraterrestre por fortísimos impactos de meteoritos contra la Tierra.

La hipótesis divulgada se enmarca en la teoría de la panspermia que no es nueva, según la cual la vida en nuestro planeta pudo haberse originado con la ayuda de 'microorganismos cosmonautas' procedentes de otros cuerpos celestes.

El estudio, recientemente publicado en la revista 'Astrobiology', analiza los impactos conocidos de meteoritos de los últimos 3.500 millones de años. Los investigadores creen que, para que los microorganismos más resistentes puedan sobrevivir a un largo viaje espacial, se necesitan rocas de, al menos dos metros de diámetro.

MICROBIOS COLONIZARON PLANETAS VECINOS

Los autores plantearon esta posibilidad de manera inversa, es decir, que fueran los microbios terrestres los que colonizaron planetas vecinos al nuestro. Los potentes impactos de meteoritos contra la Tierra a lo largo de la historia del planeta podrían haber mandado rocas terrestres a través del espacio.

Uno de estos bólidos podría haber sido el de Chicxulub, en México, cuyos devastadores efectos causaron la desaparición de los dinosaurios, según algunas teorías. La explosión del meteorito pudo proyectar 70 millones de toneladas de roca terrestre al espacio, de acuerdo con algunos cálculos.

Una porción de esas rocas podría haber caído sobre la superficie terrestre y otras podrían haber alcanzado la Luna, perderse en el espacio o incluso impactar contra otros cuerpos del sistema solar.