Actualizado 04/07/2009 17:30

Herederos buscan arte robado nazis antes que sea tarde

Por Sarah Marsh

VIENA (Reuters/EP) - Thomas Selldorff, de 81 años, quien huyó de Austria junto a su familia antes de que su país fuera anexado por Alemania en 1938, espera que la próxima conferencia internacional reafirme los esfuerzos por recuperar el arte saqueado por los nazis.

Los nazis confiscaron más de 200 obras de su abuelo, un ávido coleccionista de arte, como parte de una política de apropiación de bienes judíos. Hasta ahora, Selldorff sólo ha sido capaz de recuperar dos de las pinturas perdidas.

"Quiero dejarle estas cosas a mi familia (...) Quiero que tengan el nexo y la apreciación por algunas de las cosas en las mi abuelo estaba involucrado", dijo Selldorff, quien vive en Estados Unidos y quiere exponer las piezas del artista austríaco Kremser Schmidt en un museo.

A unos 65 años de la Segunda Guerra Mundial, los expertos dicen que miles de obras de arte confiscadas por los nazis, incluyendo piezas del maestro del art nouveau Gustav Klimt y el expresionista Egon Schiele, todavía deben ser restituidas a sus legítimos propietarios.

Los funcionarios de unos 49 países, decenas de grupos no gubernamentales y representantes judíos se reunieron en Praga hace una semana para revisar las prácticas actuales. El encuentro buscaba la firma de un nuevo acuerdo para redoblar los esfuerzos de restitución.

Restituir las obras saqueadas por los nazis es una tarea épica. Los nazis conformaron una burocracia dedicada a saquear y se quedaron con un botín de 650.000 obras de arte y objetos religiosos de judíos y otras víctimas, según la Conferencia de Reclamos Judíos.

Las obras fueron subastadas, entregadas a museos nacionales o a altos funcionarios nazis, o almacenadas para un museo que Adolf Hitler estaba planeando construir en la ciudad austríaca de Linz, donde pasó gran parte de su juventud.

"Este fue uno de los modos en los que a los judíos se les hizo pagar por su propia eliminación", dijo la experta en restitución artística Sophie Lillie.

Al final de la segunda guerra mundial, algunas obras fueron restituidas pero muchas siguen circulando en el mercado de arte internacional o permanecieron donde estaban en museos, y fue recién en la década de 1990 se dio una nueva oleada de restitución de arte robado durante el Holocausto.

REGISTRO PRECARIO

Austria está considerada como uno de los líderes en esfuerzos de restitución, avergonzando a su mayor vecino, Alemania. La república alpina aprobó una ley en 1998 sobre la restitución del arte y desde entonces ha regresado más de 10.000 obras.

"Hay un puñado de países que han logrado mucho", dijo Anne Webber, co-presidente de la Comisión de Arte Saqueado en Europa, mencionando a Austria, Holanda y Gran Bretaña.

La Galería Belvedere en Austria ha tenido que restituir 10 pinturas de Gustav Klimt, incluyendo dos retratos de Adele Bloch-Bauer, que se encuentran entre las obras más famosas del artista.

"La mayoría de los países ni siquiera ha comenzado el trabajo que fue aprobado en Washington en 1998", dijo Webber, refiriéndose a los Principios de Washington no vinculantes acordados por 44 países como marco de trabajo para recuperar el arte saqueado.

Bajo los Principios de Washington, las naciones acordaron identificar el arte robado, abrir los archivos, hacer públicos los casos sospechosos y "lograr una solución justa" para los propietarios de la pre-guerra perseguidos por los nazis o sus herederos.

Abogados y expertos dicen que muchos países no han aplicado los principios, y esperan que lleguen a un acuerdo en la conferencia de Praga sobre un modo transparente de difundir los avances.

Uno de los principales obstáculos para la restitución del arte es la dificultad para rastrear la proveniencia y demostrar la propiedad.

Gunnar Schnabel, un abogado alemán y autor de "Arte saqueado por los Nazis" dijo que los museos con frecuencia "retienen cualquier información que podrían tener" sobre el oscuro pasado de tiempos de guerra de algunas de sus obras.

La naturaleza única del régimen nazi también hace que sea difícil definir legalmente qué obra fue saqueada y cuál no.

"Los nazis fueron muy inventivos y pensaron en muchas formas para expropiarle las pertenencias a alguien", dijo Christoph Bazil, director del comité de restitución de arte de Austria.

Por ejemplo, los judíos a veces eran obligados a vender su arte a los nazis y sus simpatizantes, y tenían que vender pinturas para costear la vida cotidiana porque eran forzados a dejar sus trabajos o debían pagar impuestos discriminatorios.

Algunas personas sostienen que los casos en que los propietarios de obras recibieron dinero por ellas fueron transacciones legalmente válidas, mientras que otros señalan que las políticas impuestas a los judíos debilitan dicha validez.

Incluso cuando los demandantes tienen éxito en demostrar su propiedad de una obra de arte, con frecuencia no pudieron recuperar la pieza debido a las rígidas vedas a la exportación de patrimonio cultural.

Una heredera judía-estadounidense ganó una batalla legal contra Hungría en el 2000 por la devolución de una colección de arte saqueada por los nazis, que incluía obras de Cranach, Van Dyck y El Greco. Pero el resultado fue una victoria simbólica, ya que no pudo sacar las piezas del país.