Actualizado 15/06/2014 09:42

Herido y sólo en el Atlántico, Iain Macdonald narra su odisea

Niall Iain Macdonald, rescatado del Atlántico
Foto: FACEBOOK

     NUEVA YORK, 15 Jun. (Notimérica/EP) -

   Eran las cuatro de la tarde de este pasado viernes. El escocés Niall Iain Macdonald, de 39 años, que había partido de Nueva York el pasado día 5 de junio y tenía previsto llegar a Escocia en septiembre tras un viaje a remo en solitario de más de 5.000 kilómetros, estaba a punto de entrar en la cabina para dormir un rato cuando una ola golpeó en el estribor de la la embarcación lo que le hizo perder el equilibrio y caer.

   Le pilló desprevenido. Acababa de guardar los remos, único instrumento del que se valía para impulsar la pequeña embarcación, y con la sacudida provocada por la ola, uno de los remos cayó sobre su cabeza y el cayó hacia atrás, quedando tendido en el piso.

   El fuerte dolor que sintió en la espalda le hizo saber que estaba en problemas. Durante quince largos minutos no fue capaz de moverse. Después, como pudo, se sentó. El dolor "era terrible" y estaba claro que no podía seguir remando.

   "Dadas las circunstancias, sentía que era la única opción llamar a la guardia costera y pedir ayuda", narra apenas pasados dos días del percance en su página de facebook, donde pide disculpas por "haber tardado tanto tiempo en escribir" y contar su situación. "Pero ha sido un momento intenso y dramático", señala.

   Ahora, está procesando todo lo que le ha ocurrido y asumiendo que su odisea, remar a través del Atlántico para apoyar a SAMH, una organización escocesa especializada en enfermedades mentales, ha tocado a su fin, a nueve días de haber comenzado.

SU EMBARCACIÓN, A LA DERIVA

   Según narra, inicialmente iban a enviar un helicóptero para rescatarle, pero ello no fue posible debido al mal tiempo. Al final, fue un barco de la Guardia Costera de Estados Unidos la que le rescató, y a la que de las gracias.

   Eran las once de la noche, y había una intensa niebla. Durante todo el tiempo que esperó a ser rescatado, se mantuvo en la cubierta de su pequeña embarcación ya que el dolor que sentía le había impedido meterse en el camarote.

   Una vez rescatado, fue llevado a tierra, y sobre las seis de la mañana de este sábado fue ingresado en un hospital donde le sometieron a diversas pruebas, comprobando "gracias a Dios", que su columna no había resultado dañada, si bien había sufrido un espasmo muscular agudo en la parte baja de la espalda. Tampoco era grave la lesión que sufrió en la cabeza. "Sólo un montón de sangre de una herida pequeña", cuenta.

   Esa misma mañana salió del hospital y se encontró en Nueva York con nada más que la ropa que llevaba puesta. "Desafortunadamente, el servicio de guardacostas fue incapaz de recuperar mi barco y permanece ahí a la deriva en el océano Atlántico", dice Iain Macdonald, quien destaca que todo su dinero lo ha invertido en la pequeña embarcación.

   Si no la recupera, lo habrá perdido todo. Por ello ha contactado con varias empresas para ver qué se puede hacer antes de que la embarcación se aleje demasiado de la costa y sea imposible recuperarla.

   Pese a los duros momentos vividos, confiesa que ha pensado "seriamente" en continuar con la travesía si encuentran su barco. Pero ha decidido que incluso si la embarcación fuera hallada, seguir con el proyecto resulta "inviable" ahora.

   Y es que aún sufre un considerable dolor en su espalda por lo que hay muchas posibilidades de que si retoma la travesía a través del Atlántico Norte, tenga nuevos problemas físicos "y no sería justo que los guardacostas tuvieran que venir por mí una segunda vez", dice.

   Ahora toca recuperarse y hablar con sus patrocinadores y con otras personas que han invertido en el NY2SY, antes de hacer más planes sobre el futuro, señala el aventurero escocés que dice tener "roto el corazón", y confiesa que nunca imaginó que su aventura tuviera este final.