Actualizado 14/02/2016 19:10

La historia detrás del río de la Amazonía peruana que hierve sin explicación

El Río Hirviente de la Amazonía de Perú
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   LIMA, 14 Feb. (Notimérica) -

   El Río Hirviente de la Amazonía de Perú ha dejado de ser una leyenda, después de que el geocientífico nicaragüense Andrés Ruzo probara su existencia y pidiera al mundo su protección como un entorno natural, que debe ser preservado para futuras generaciones.

   En una entrevista a 'BBC Mundo', Ruzo, que se encuentra en la actualidad trabajando como geólogo para National Geographic, ha señalado que el Río Hirviente es una muestra de lo "maravilloso que es nuestro planeta".

   Sin embargo, la aventura de Ruzo para encontrar el río no fue fácil, una experiencia que cuenta en el libro 'El Río Hirviente', que se publicará el próximo miércoles.

   La fascinación del investigador con este fenómeno natural proviene de su infancia, cuando su abuelo le contaba historias sobre la llegada de los conquistadores españoles a Perú.

   En esas historias, el abuelo le explicaba que los conquistadores habían llegado al país en busca de oro, que a su vez, atrajeron a nuevos visitantes ante la promesa de riqueza que suponía el Nuevo Mundo.

   Como venganza, los incas instaron a los españoles a adentrarse en la Amazonía, donde podían encontrar más oro e, incluso, la famosa ciudad de Paititi --conocida en español como 'El Dorado'--.

   Los españoles que lograban regresar lo hacían con las manos vacías y contaban historias de terribles chamanes, guerreros, serpientes gigantescas y un río que hervía.

   Las historias de su abuelo se quedaron marcadas en la mente de Ruzo que, una vez adulto, se preguntó de nuevo por la existencia del Río Hirviente.

Río Hirviente de Perú

¿ES POSIBLE ESTE FENÓMENO?

   Tal y como explica 'BBC Mundo' existen numerosos ríos hirvientes en el mundo, aunque en la mayor parte de las ocasiones, el fenómeno se debe a la presencia de volcanes cercanos, algo que no ocurre en la Amazonía de Perú.

   No obstante y a pesar de la certeza de que era un fenómeno muy poco probable, Ruzo siguió investigando el tema, hasta que en una cena familiar su tía le explicó que conocía el río.

   Poco tiempo después, el geólogo decidió adentrarse en la selva junto a su tía --a 700 kilómetros del volcán más cercano-- y encontró un río que estaba a 86º centígrados, 14 grados por debajo del punto de ebullición, aunque a una temperatura lo suficientemente alta.

EL ENCUENTRO CON EL CHAMÁN

   Un aprendiz de chamán condujo a Ruzo al hogar de Yacumama, considerado como el espíritu de las aguas, y allí descubrió que los locales conocen y utilizan el río para sus labores cotidianas, como beber o cocinar.

   El chamán bendijo a Ruzo y le permitió explorar el río, después de pedirle que después de analizar las muestras de agua las volviera a devolver a la tierra para que pudieran encontrar de nuevo el camino a su hogar.

   En total, el río fluye caliente por 6,24 kilómetros y cuenta con piscinas y cascadas termales. El río, que todavía sigue siendo un misterio para los investigadores, se ha convertido en un lugar sagrado para los locales y chamanes.

   

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