MADRID, 30 Dic. (Notimérica) -
Sobrevivir en un desierto nevado, a altas temperaturas bajo cero, caminando tres días sólo consigo mismo y sobrevivir. Parece misión imposible pero si tu propósito es ver a tu familia por Navidad nada, ni el acecho de las fieras, te lo va a impedir. Este es el testimonio real de Craig Jhonson, el hombre de 38 años que quedó atrapado en Alaska durante tres días, porque su vehículo se hundió en el hielo.
EL 15 de diciembre Johnson estaba a 80 millas de su destino y cayó en un mar helado. El agua alcanzó su pecho pero logró salir del agujero, alcanzando la parte más gruesa del hielo. Con la ropa congelada, anduvo 30 millas más hasta ser rescatado. "Podía escuchar el hielo, sólo jugaba conmigo", relató el superviviente a la ABC News.
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No caminó sólo, tuvo que compartir la trayectoría con un glotón. Un animal carnívoro y feroz conocido por habitar con temperaturas negativas. Casi se dió por vencido. Ahuyentó inútilmente al animal con disparos y palos, hasta encontrar una caja de madera donde resguardarse. Desde allí, escuchó sobrevolar a tres helicópteros. "Es un milagro que esté vivo", confesó el superviviente.
En la tercera noche, las esperanzas se vieron frustradas."La caja era una tumba abierta" y las temperaturas cada vez más descendientes -expresó la víctima- a 35 grados bajo cero. Un equipo dirigido por su primo, Clifford Benson, escuchó los gritos del hombre de la nieve. El viento y la nieve borraron la mayor parte de los indicios. Finalmente, Craig Johnson fue encontrado.
La familia de Johnson sufrió un episodio semejante en 1998 cuando su padre falleció tras caer por el hielo y morir ahogado. Felizmente, esta vez la historia acabó bien. Johson, ha sufrido por congelación y está con vida, porque deseaba ver a sus hijos y familia por Navidad.