TEGUCIGALPA, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
Honduras tiene la tasa de fecundidad adolescente más alta de América Central, con 137 nacimientos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 19 años y esta cifra permaneció sin cambios durante las últimas dos décadas, según un informe del Centro de Derechos de las Mujeres (CDM) de El Salvador.
La maternidad temprana es reconocida en el mundo como un factor que afecta el bienestar y la salud reproductiva de las mujeres jóvenes, así como el ritmo y la dirección del desarrollo de un país, según dicho organismo, que también asegura que este factor influye en las perspectivas educativas de las jóvenes, que quedan reducidas, así como su autonomía social y económica a largo plazo y que además puede repercutir en su salud y en la del bebé.
Según los expertos, las mujeres hondureñas tienen una deficiente salud reproductiva. Las cifras del país revelan que el riesgo de morir por causas relacionadas con la maternidad es más alto entre las mujeres menores de 20 años, informa hoy el diario hondureño 'El Tiempo'.
En 2001, sólo un tercio de todas las mujeres entre 20 y 24 años cursó algunos años de escuela secundaria. Y casi todas ya habían tenido relaciones sexuales, algunas eran madres de uno o dos hijos, se encontraban casadas o en unión libre.
Muchas de las adolescentes inician, según los estudios, su actividad sexual sin conocimientos sobre métodos anticonceptivos, razón por la que el 50 por ciento de ellas quedan embarazadas en su primer acto sexual.
El uso de anticonceptivos en las adolescentes sexualmente activas es muy bajo, ya que desconocen los lugares donde obtenerlos así como su uso de forma correcta. Los casos se dan en mayor proporción en las zonas rurales, según las encuestas realizadas por el CDM.
Por otro lado, muchas de estas adolescentes de áreas rurales no reciben una atención adecuada ni antes ni durante el parto como para asegurar su supervivencia o la salud y el bienestar de la madre y el niño.
SIDA
Según los últimos datos que presenta dicho organismo, la salud sexual y reproductiva de las jóvenes hondureñas presenta graves riesgos puesto que el 18 por ciento de los casos verificados de VIH (SIDA) se dan entre jóvenes de entre 15 y 24 años de edad.
La Comisión Nacional de Sida (CONASIDA) afirma que la vulnerabilidad de las adolescentes radica en una confluencia de factores, que incluyen la pobreza generalizada, el machismo persistente, la violación sexual, el bajo logro educativo y una educación sexual inadecuada.
Para los directivos del CDM, la orientación que los jóvenes necesitan tendrían que ser asumida por el Gobierno y dirigida a todos los sistemas educativos, salud, y medios de comunicación para hacerlos tan efectivos como sea posible y maximizar su impacto.
Según una estadística que publica hoy el citado diario, la mitad de las mujeres entre 20 y 24 años, da a luz antes de los 20 años; esta proporción es más alta entre las mujeres de menor nivel educativo (70 por ciento), las mujeres más pobres (64 por ciento) y las áreas rurales (60 por ciento).