También ha participado el FNRP, organización pro Zelaya
TEGUCIGALPA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cuatro soldados con quemaduras de hasta segundo grado y al menos trece detenidos es el saldo de los enfrentamientos que se han producido este jueves en Tegucigalpa entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes del sector de la educación, que exigen al Gobierno la mejora de sus condiciones laborales.
Los manifestantes han lanzado cócteles molotov contra los militares, causándoles heridas de gravedad, a los que éstos han contestado con el uso de gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar la concentración, según recoge el diario 'El Proceso Digital'.
En el marco de estos disturbios, los partícipes en la protesta han quemado varios vehículos privados y patrullas policiales y han ocasionado daños en el Instituto de Previsión del Magisterio (INPREMA), donde se han refugiado.
Por estas acciones han sido detenidas unas trece personas, entre ellas algunos menores de edad, aunque se cree que el número podría ser mayor. Ahora, todos ellos serán puestos a las órdenes de la Fiscalía, según ha informado el portavoz del Ministerio de Seguridad, Leonel Sauceda.
Estaba previsto que la marcha desembocara en el palacio presidencial. Si bien, no ha llegado a este destino, ya que los cuerpos de seguridad han bloqueado las calles adyacentes, acotando la protesta entre los bulevares Juan Pablo Segundo y Centroamérica de la capital hondureña.
La manifestación ha sido convocada por los trabajadores de la educación, aunque ha estado respaldada por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), plataforma de apoyo al ex presidente Manuel Zelaya, quien ejerce la oposición desde República Dominicana, adonde huyó hace un año, meses después de ser derrocado.
En un principio, los docentes exigían al actual mandatario, Porfirio Lobo, que solucionara la crisis financiera del INPREMA, cesara el control del Tribunal Superior de Cuentas sobre esta institución y pagara los atrasos a más de 6.000 empleados del sector.
Sin embargo, ahora le piden también que derogue el llamado decreto de emergencia educativa, que permite la sustitución de los huelguistas, con el objetivo de no paralizar el sistema docente, algo que sus trabajadores ven como un boicot a la medida de fuerza.