Afecta especialmente a las mujeres, "hasta el punto de que ya se habla de feminicidio", según el Centro de Derechos de las Mujeres
SANTANDER, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Gilda Rivera, coordinadora ejecutiva del Centro de Derechos de las Mujeres de Honduras, aseguró hoy en Santander que este país centroamericano ha pasado de ser el "patio trasero" de la "escalada militar" de Estados Unidos en la zona "a convertirse en el territorio de las bandas organizadas y el narcotráfico". Según dijo, esta situación provoca altos índices de violencia y afecta especialmente a las mujeres, "hasta el punto de que ya se habla de feminicidio".
Rivera hizo estas aseveraciones esta mañana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, a la que acudió para participar en el curso organizado por Manos Unidas sobre 'Los objetivos del Desarrollo del Milenio y la implicación de la sociedad civil'.
Esta experta explicó que en los países centroamericanos de El Salvador, Guatemala y Honduras "la violencia está convirtiendo en víctimas a la mayoría de la población", y en espacial a las mujeres. Respecto a la situación concreta de Honduras, apuntó que mantiene el índice de violencia más alto de Latinoamérica, con 47 homicidios por cada 100.000 habitantes cada año.
"Son homicidios en los que a menudo nunca se sabe quién es el responsable", denunció Rivera, quien en relación con esta idea señaló que en estos territorios "ya se habla de feminicidio" como consecuencia de la "muerte masiva" de mujeres.
'EL PATIO TRASERO'
Además, la coordinadora del Centro de Derechos de las Mujeres de Honduras lamentó como este país "ha pasado de ser el patio trasero de la escalada militar de Estados Unidos en la zona a convertirse en el territorio de las bandas organizadas y el narcotráfico".
A su entender, "todo esto" unido a la situación de pobreza y exclusión que vive una parte muy importante de la población está conduciendo a que los jóvenes "sean al tiempo víctimas y actores de la violencia".
"Son víctimas porque son personas sin recursos, y que nunca han tenido una oportunidad para vivir y para formarse; pero también son actores de la violencia porque pronto son captados por el crimen organizado y se convierten en parte de éste", sentenció.
ÁFRICA
Por su parte, Cristina de Benito, coordinadora de la zona norte de áfrica de Manos Unidas, se refirió a algunos de los proyectos que esta organización está impulsando en el continente africano. Al respecto, destacó la financiación de aparatos auditivos para niños discapacitados, una iniciativa de la que, según dijo, se están beneficiando unos 40 ó 50 niños anualmente desde 1997.
También resaltó la creación en Egipto de una casa donde se reagrupa a niños de todo el país durante 20 días con el fin de que vivan en un ambiente "sin violencia ni fanatismo" y basado "en el respeto mutuo", así como otro proyecto que ha posibilitado la apertura de una biblioteca universitaria en Marruecos.
Finalmente, aludió a la iniciativa, llevada a cabo en Mauritania, de puesta en marcha de una cooperativa de mujeres adultas que se dedica al tintado de telas.