Actualizado 02/08/2009 23:04

Hondureños rezan por pronta solución a crisis por golpe a Zelaya

Por Fabián Andrés Cambero

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Amparados en su profunda creencia católica, los hondureños anhelan que su fe los ayude a encontrar una salida a la crisis desatada tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, luego de un mes de incertidumbre política.

Las calles de Tegucigalpa han sido escenario de intermitentes protestas en favor y contra de Zelaya, que hasta ahora dejan al menos dos muertos, mientras se enfría el diálogo para una solución negociada y aumentan los temores a una cruenta confrontación entre los bandos rivales.

"La gente tiene miedo. Ojalá se componga", comentó la sexagenaria Francisca Alviarez, al salir de la misa dominical en la Catedral capitalina.

La humilde ama de casa agregó que la gustaría que volviera "Mel", como llaman al gobernante derrocado el 28 de junio, pero también que se olvidara de su propuesta para reformar la Constitución, que generó su salida del poder a punta de fusil.

El empresario maderero ha amenazado con regresar de Nicaragua, en donde se estableció tras el golpe, y crear un movimiento de "resistencia" para retomar el poder en el país, donde sus detractores lo acusan de intentar buscar una reelección vulnerando la ley.

Sin embargo, los caldeados ánimos en la capital de los primeros días de conflicto han dado paso a una aparente calma.

IGLESIA INFLUYENTE

La influyente Iglesia Católica, cuyas creencias comparte la mayoría de los 7 millones de habitantes del empobrecido país centroamericano, respalda al Gobierno interino de Roberto Micheletti, lo que genera críticas entre aliados de Zelaya.

"Cardenal asesino", se lee en una de las paredes de otro templo de la capital en condena a las críticas del purpurado local Oscar Rodríguez Maradiaga, quien fustigó duramente a Zelaya y avaló su salida.

"La religión está por un lado y la política por el otro, no puede ser que ellos se hagan a favor de alguno", dijo Miguel, un vendedor de loterías en una céntrica plaza de Tegucigalpa.

En la liturgia, sin embargo, los sacerdotes evitan hacer referencias directas a la crisis, aunque piden a los feligreses abandonar las protestas y buscar el camino de la paz.

Divididos en torno a la figura del depuesto presidente, ambos lados usan la religión para intentar convencer a los hondureños de su posición.

"Acá se han unido católicos, evangélicos y protestantes. Se están manejando las cosas con prudencia y no va a pasar a más", dijo Obed Argeñal de 74 años, quien descartó que Zelaya pueda volver al poder, como demanda la propuesta del mediador en el conflicto, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

Las referencias religiosas son comunes en Honduras, incluyendo cualquier programa de opinión de televisión o hasta en las canciones lanzadas en favor o en contra del derrocamiento, así como los discursos del presidente depuesto y del mandatario de facto.