Actualizado 24/07/2007 22:02

Iberoamérica.- Greenpeace celebra el primer aniversario de la moratoria sobre soja en la Amazonia


MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista Greenpeace y un grupo de distribuidores alimentarios reiteraron hoy su respaldo a la moratoria sobre el comercio de soja procedente de nuevas deforestaciones en la Amazonia, como un factor significativo a la hora de proteger los bosques.

La moratoria apoyada por la industria ha tenido un impacto positivo a la hora de frenar la deforestación sumado a que los beneficios del cultivo de soja han caído en este último año, aseguró la organización.

En el Estado de Mato Grosso (Brasil), donde se sitúa una de las fronteras de la expansión del cultivo de soja, se ha reducido la deforestación con respecto al año anterior en un 40%, entre agosto de 2006, cuando se produjo la moratoria, hasta mayo de 2007.

Asimismo, en el estado brasileño de Pará se ha empleado un 41% menos de tierras, unas 30.000 hectáreas, para plantar soja desde la aprobación de la moratoria, lo que supone un descenso mayor a la media nacional, situada en el 9,3 por ciento.

"Se puede conseguir mucho cuando la industria se toma sus responsabilidades en serio. La protección de los bosques a través de la moratoria sobre soja amazónica ha mostrado en poco tiempo resultados prometedores pero debe convertirse en permanente e irreversible. Necesitamos que todos los sectores de la industria agrícola adopte iniciativas similares", afirmó el coordinador de Greenpeace para la Amazonia, Paulo Adario.

17% DE SUPERFICIE PERDIDA.

En los últimos cuarenta años la Amazonia ha perdido 700.000 kilómetros cuadrados de bosque, más del 17% de su superficie. "Es absurdo que la mayoría de los cultivos y granjas en la Amazonia no estén registradas ni cartografiadas, y esto hace imposible el control gubernamental de lo que ocurre en estas áreas", añadió.

En consonancia con los objetivos de la moratoria, el Gobierno de Brasil se ha comprometido a llevar un registro de los propietarios de terrenos en la Amazonia y del estatus legal de sus propiedades, algo que será clave para una aplicación efectiva de las leyes de protección medioambiental, especialmente en las zonas donde se cultiva soja.