Actualizado 13/09/2015 14:05

Indígenas brasileños defienden la Amazonía con flechas, cámaras ocultas y GPS

   BRASILIA, 13 Sep. (Notimérica) -

   El pueblo amazónico de ka'apor, ubicado al norte del país en el estado brasileño de Maranhão, está protegiendo su biodiversidad frente al avance de la industria maderera ilegal con las flechas, GPS y cámaras ocultas que le provee Greenpeace Brasil, ante el olvido o inactividad del Gobierno Federal.

   La comunidad dispone actualmente de 11 cámaras ocultas con sensores de temperatura y 11 dispositivos de rastreo GPS que se conectan a dos ordenadores y detectan a todos quienes traten de talar los árboles de ipé que se hallan en el bosque.

   La madera de esta selva posee un gran valor para sus "invasores" --denominada "la nueva caoba"-- con un precio que ronda en el mercado internacional de 1.000 euros por metro cúbico, al ser de tala y comercio ilegal.

   Los ka'apor se han auto-organizado, armado con arcos, flechas y rifles para desplegar sus patrullas de vigilancia y enfrentar la deforestación, ante la negativa del Gobierno de Brasil de brindarles la protección suficiente que conserve su territorio.

   "En el bosque se encuentra nuestra vida, no hay otra opción. Si perdemos la selva, los peces, los pájaros, los animales, no solo perderemos la fuente de nuestro alimento, también nuestra cultura. Y por eso debemos defendernos", dice uno de los líderes de la tribu, según recoge el testimonio Greenpeace.

    El Consejo de Indígenas Misionero (CIMI) ha registrado ataques contra 15 líderes ka'apor en los últimos cuatro años y desde abril de este año, el asesinato de cuatro más.

   Los ka'apor se han defendido cuerpo a cuerpo ante los madereros mediante el uso de la violencia y el incendio de al menos 12 camiones que transportaban la tala del ipé. Porque ahora han perdido el 8 por ciento de sus territorios frente a la demanda del Amazonia en aumento desde Europa, Estados Unidos, China e Israel, entre otros.

   La denominación indígena significa "habitantes del bosque" y conforman una población de más de 2.000 personas que viven repartidos en unas 12 áreas dentro de su territorio. Hace más de 30 años lograron que el Gobierno de Brasil reconociese sus fronteras dentro del estado de Maranhão, pero la desprotección a las que les ha sometido,ha forzado a la comunidad a desplazar de sus aldeas hasta los caminos que median entre los madereros y su patrimonio.