Actualizado 01/08/2009 17:13

Iraquíes temen violencia de Al Qaeda tras ataques a mezquitas

Por Khalid al-Ansary

BAGDAD (Reuters/EP) - Iraquíes dijeron el sábado que temen que Al Qaeda esté intentando llevar al país de vuelta a los conflictos sectarios que casi lo dividieron dos años atrás, tras una serie de ataques con bomba afuera de cinco mezquitas chiítas, que causaron la muerte de 31 personas.

Las explosiones, que ocurrieron con minutos de diferencia durante la tarde del viernes, aparentemente estaban dirigidas a fieles chiítas mientras se reunían para orar durante el día musulmán de descanso.

Al menos 130 personas resultaron heridas en los ataques.

¿Por qué atacar mezquitas? Porque quieren dividir a los iraquíes para empezar una guerra entre dos sectores (sunita y chiíta)", explicó Kafhim Ali, de 54 años, mientras compraba en una verdulería del distrito Karrada en Bagdad.

"Lo pensaré dos veces antes de volver a las oraciones del viernes", agregó.

Ningún grupo se adjudicó responsabilidad por los ataques, pero las reuniones religiosas chiítas a menudo han sido blanco de ataques de Al Qaeda, cuya rama extremista de sunitas islamistas ve a los chiítas como herejes.

Las tropas de combate estadounidenses se retiraron el mes pasado de ciudades y centros urbanos iraquíes, aumentando los temores sobre si las fuerzas locales, disueltas y reconstruidas a partir de cero desde el 2003, serán capaces de controlar la seguridad en Irak, tras seis años de la invasión liderada por Estados Unidos.

CRITICA A LA SEGURIDAD

Muchos iraquíes temen que los militantes aprovechen cualquier brecha de la seguridad para reanudar la violencia.

"(Al) Qaeda ha comenzando a apuntar a personas nuevamente porque las fuerzas estadounidenses dejaron las ciudades. No creo que las fuerzas de seguridad lo estén haciendo bien", comentó desde un puesto de control en Bagdad Hisham Sabah, de 21 años, quien trabaja como policía.

A pesar de que los índices de violencia han caído considerablemente durante los últimos 18 meses, los militantes continúan realizando ataques devastadores.

"No me atrevo a ir a mezquitas tras estos ataques con bomba. Va a ocurrir de nuevo", comentó Salah Ibrahim, de 36 años, mientras regaba el patio delantero de su tienda de ropa masculina, ubicada en la capital.

"Al Qaeda quiere una guerra sectaria (...) y hay una deficiencia en las fuerzas de seguridad que intentan detenerlo", precisó.

En febrero del 2006 una bomba instalada supuestamente por insurgentes sunitas destruyó la cúpula dorada de la mezquita al-Askari, emplazada en Samarra, uno de los sitios chiítas más sagrados, y generó una oleada de matanzas sectarias en represalia.

Sin embargo, el Ejército estadounidense y funcionarios iraquíes dicen que hasta el momento los esfuerzos de Al Qaeda y otros militantes para reavivar las matanzas del 2006 y el 2007 han fracasado.

Además dicen estar mucho más preocupados por la potencial violencia étnica entre la mayoría árabe y la minoría kurda en luchas por territorios, poder y el petróleo del norte de Irak.