Actualizado 15/07/2010 19:34

Lula propone prohibir dar azotes a los menores

Presidente de Brasil, Lula
Reuters


MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, ha enviado un proyecto de ley al Congreso que prohibirá el uso de castigos corporales sobre los niños. Además, dicho proyecto declarará ilegal cualquier tratamiento cruel o degradante que humilla o amenaza gravemente a los menores, incluidos los azotes.

Lula señaló que no esto no significa que se impida a los padres educar a sus hijos, pero afirmó que todo el mundo sabe que los azotes no educan a los niños mejor que cuando se habla con ellos, informa la BBC.

En virtud de la legislación actual en Brasil, el abuso infantil es ilegal, pero la ley propuesta prohibiría explícitamente por primera vez los azotes y las bofetadas a los padres y tutores.

A los padres que ignoren la ley se les daría una advertencia, y a aquellos que repitan el delito se les podría obligar a asistir a clases de protección infantil o incluso ser sometidos a tratamiento psiquiátrico. A la larga, los servicios de protección de la infancia de Brasil intervendrían en los hogares donde persisten los problemas.

Anticipando cierta resistencia al proyecto de ley, Lula afirmó que los críticos dirán que el Gobierno intenta impedir a los padres poder educar a sus hijos. "Nadie quiere impedir que una madre sea una madre, o que un padre sea un padre", señaló. "Sólo queremos demostrar que es posible hacer las cosas de forma diferente", añadió.

El presidente brasileño, séptimo de ocho hermanos de una familia migrante, indicó que él se siente afortunado porque su madre nunca golpeó a ninguno de sus hijos, y que él había podido seguir su ejemplo. "Si el castigo y los azotes resolvieran las cosas, no tendríamos tanta corrupción ni delincuencia en este país", afirmó.

Lula, que dejará la Presidencia en 2011, prosiguió asegurando que debería haber un diálogo más abierto entre los padres brasileños y sus hijos en cuestiones como el sexo o las drogas. El proyecto de ley, que se basa en las experiencias de más de 20 países donde el uso del castigo corporal contra los menores es ilegal, aún necesita la aprobación de las dos Cámaras del Congreso para adquirir rango de ley.