MADRID, 19 Nov. (Notimérica) -
La madre de la estadounidense Brittany Maynard, Debbie Ziegler, ha respondido a las críticas del Vaticano sobre la decisión de su hija de poner fin a su vida para evitar el sufrimiento provocado por el cáncer cerebral que la iba a matar.
"La elección de mi hija de morir de forma apacible, en lugar de sufrir la degradación física y mental y el dolor intenso, no merece ser etiquetada como reprobable por desconocidos en otro continente que no la conocen ni a ella ni los detalles de su situación", ha defendido la madre de Brittany a través de un comunicado en la web de la ONG Compassion & Choices.
Debbie ha destacado que el calificativo de "censurable" que usó la Iglesia es "una palabra muy dura" y que se ha usado para describir acciones de tiranos y criminales, pero que nadie que conociera a Brittany podría usar esta palabra para describir a su hija.
Asimismo, considera que lo que sí es reprobable es la imposición de una creencia en una cuestión de derechos humanos. También que personas que no les conocen hagan una crítica pública en un momento tan delicado para la familia. "Es como darnos patadas mientras nosotros intentamos tomar aliento", ha confesado.
"Las personas y las instituciones que sienten la necesidad de juzgar la decisión de Brittany me causan un dolor indecible, pero no me disuaden de apoyar la elección de mi hija", ha señalado Debbie.
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En el comunicado también se ha dirigido a los estadounidenses para pedirles que reflexionen y decidan qué harían en una situación límite como a la que ha enfrentado su hija y, sobretodo, ha resaltado que se trata de una elección personal.
"Los médicos siguen atrapados en la creencia y la aspiración de que deben prolongar la vida, cueste lo que cueste, hacer que los individuos y las familias pasen un sufrimiento innecesario (...) Hemos perdido de vista la realidad. Toda la vida se acaba. La muerte no es necesariamente el enemigo en todos los casos. A veces, un final suave es un regalo", ha defendido.
"Ella nunca pensó que nadie más tenía derecho a decirle lo mucho que debía sufrir. El derecho a morir de los enfermos terminales es una cuestión de derechos humanos. Simple y llanamente" ha añadido.
La historia de Brittany, de 29 años, conmocionó al mundo y fue seguido por miles de lectores por las redes sociales a través de la web de la ONG Compassion & Choices que difundió un vídeo de la joven explicando su decisión.
Finalmente, y a pesar de que dos días antes de la fecha reveló en un nuevo vídeo que quizás "ese no era el mejor momento para morir", Brittany escogió morir el pasado 1 de noviembre por suicidio asistido en su domicilio de Portland, en el Estado de Oregon, al ingerir una medicación letal. Este es uno de los pocos estados de Estados Unidos en que la muerte asistida es legal, junto a los estados de Washington, Montana, Vermont y Nuevo México.
El director de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Ignacio Carrasco de Paula calificó su muerte voluntaria como "un error" y como "reprobable", al igual que otros sectores de la Iglesia católica que es contraria al suicidio.