Actualizado 15/07/2015 17:13

El matrimonio infantil en Brasil, vía de escape de abusos domésticos

   BOGOTA, Jul 14 (Reuters/Notimérica)

   El matrimonio infantil es habitual y está ampliamente aceptado por la sociedad en Brasil, donde muchas mujeres buscan maridos más mayores que ellas para escapar de la violencia, incluida la sexual, que sufren en sus hogares, o a causa de embarazos durante la adolescencia, así como por la falta de oportunidades de trabajo, de acuerdo con un estudio.

   Según miembros del Plan Internacional, la Universidad Federal de Brasil y la fundación de Promundo por la igualdad de género, ha habido muy poca investigación en Brasil acerca del matrimonio infantil, un asunto al que no se le ha hecho frente.

   "El matrimonio infantil en Brasil está normalizado y aceptado", declaró la responsable del estudio, Alice Taylor. A esto, añadió que se trata del primer estudio sobre esta problemática en el país sudamericano.

   Brasil es el cuarto país del mundo con un mayor número de chicas de 15 años casadas o viviendo con sus parejas. De hecho, 877.000 mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años confesaron haber contraído matrimonio a los 15, según el censo del Gobierno brasileño el pasado 2010.

   Legalmente, los brasileños pueden casarse a partir de los 16 años, siempre y cuando tengan el consentimiento de sus padres. Una edad que puede verse reducida en ciertas circunstancias, como el embarazo.

   Los responsables del estudio investigaron el matrimonio infantil en los dos estados del país con un mayor número de enlaces a edades tempranas, la región de Para, en el norte, y Maranhao, en el noreste.

   "Se presupone que el matrimonio infantil sólo se da en zonas rurales y remotas de Brasil. Sin embargo, esta investigación revela que también ocurre en zonas urbanas y capitales de estados, como Belem y Sao Luis", explicó Taylor a Thomson Reuters Foundation en una entrevista telefónica.

   El matrimonio infantil en Brasil y en toda Latinoamérica es "mayormente informal y consensual", al contrario que en sur de Asia y en África Subsahariana, donde se trata más de un "ritual formal", informa el estudio.

   En Brasil es provocado, en parte, debido a la violencia doméstica, incluida la sexual, normalmente en manos de familiares y padrastros, que llevan a las niñas a buscar refugio en los brazos de otros hombres ajenos a la familia, dijo Taylor.

   "El matrimonio infantil es una prueba de la falta de igualdad de oportunidades entre las mujeres en lo que se refiere a la educación y el empleo. Se casan con la expectativa de que sus vidas van a ser mejores y de que tendrán más independencia, una expectativa que, normalmente, no se cumple".

   Los investigadores entrevistaron a diversas autoridades del Gobierno, a hombres casados con mujeres más jóvenes que ellos y a chicas con edades comprendidas entre los 12 y los 18 que están casadas o viviendo con hombres nueve años mayores que ellas, de media.

   Igualmente, también averiguaron que las jóvenes embarazadas son presionadas por sus familiares para contraer matrimonio con el fin de proteger la reputación familiar, así como con la esperanza de recibir un mayor apoyo económico y financiero por parte del padre del bebé.

   "Mi madre pensó que era una buena idea casarse, para arreglarlo (refiriéndose al embarazo), para evitar las habladurías que habrían tenido lugar", explicó una niña de 15 años embarazada que se había casado con un hombre de 20, según el informe.

   Los investigadores también entrevistaron a hombres de entre 25 y 60 años que se encuentran casados o viven con mujeres jóvenes.

   "Las respuestas que más hemos escuchado por parte de los hombres acerca de qué les condujo a casarse con una mujer más joven que ellos es que son más fáciles de controlar o más atractivas", declaró Taylor.

   Los esfuerzos por erradicar el matrimonio infantil han estado dirigidos durante años a las regiones de África Subsahariana y el sur de Asia, donde es más frecuente, olvidando Latinoamérica, dice el estudio.

     El matrimonio precoz hace que sea más frecuente el abandono escolar, además de incrementar los riesgos de explotación, violencia sexual, abuso doméstico y la muerte en el parto.

   Además, el matrimonio infantil también afecta al desarrollo general del país, un problema que será puesto sobre la mesa a finales de este año, cuando las Naciones Unidas dé a conocer los resultados de sus objetivos de desarrollo sostenible.

   Erradicar el matrimonio infantil y el forzado es una de las metas de desarrollo establecidas.