Actualizado 28/02/2015 13:04

Cómo mejorar la vida en Panamá durante la primera infancia: ¡El futuro es ahora!

NIÑOS
Foto: CREATIVE COMMONS

CIUDAD DE PANAMÁ, 28 Feb. (Notimérica) -

   La verdad más obvia y, por eso a veces la menos evidente, es que la riqueza de los países no se encuentra en su economía sino en su gente. Si el desarrollo es desarrollo de los hombres y mujeres panameños, también es obvio que ese desarrollo comienza por los niños y los jóvenes. Por eso, mejorar la vida y capacidades de Panamá en el futuro, comienza ahora.

   El informe del Programa de las NNUU para el Desarrollo (PNUD) titulado 'El futuro es ahora: Primera infancia, juventud y formación de capacidades para la vida', ha revelado las oportunidades que presenta la sociedad panameña del presente, como ser la sociedad en América Latina con el Índice de Desarrollo Humano más alto o la economía que más ha crecido en la última década, por lo que logró una reducción sustantiva de la pobreza y un aumento del volumen de empleo.

   Panamá también es la sociedad más abierta al mundo de la región, si se la mide "en términos de inversión extranjera por habitante, del coeficiente de importaciones/exportaciones, o de las tasas de inmigración". A todo esto se añade el Canal y su ampliación, que mantendrá el liderazgo comercial del país en el próximo siglo.

   Sin embargo, Panamá también es un país altamente desigual en la distribución de la riqueza y las oportunidades, porque los frutos del progreso no han llegado a todos. En realidad "no hay países desarrollados, sino países donde la gente se ha desarrollado", por eso, para Panamá "¡el futuro es ahora!".

   Efectivamente, el país vive un momento histórico importante "con condiciones institucionales, económicas, demográficas y políticas para un mejor futuro". El 8,8 por ciento del presupuesto total del sector público se destina a la educación, un porcentaje bastante alto en relación con los países del área.

   Sin embargo, el porcentaje de formación en la primera infancia se reduce considerablemente: Actualmente, sólo el 64,4 por ciento de los niños y niñas acude a preescolar, "una instancia relevante en la formación de las personas", ya que muchos de los niños y niñas menores de 6 años en Panamá son pobres.

   Es en la primera infancia cuando los niños y niñas son más susceptibles y receptivos a los estímulos y experiencias que influyen más decididamente sobre su patrón posterior de desarrollo cognitivo. A los 3 años de edad, "el potencial de lenguaje de niños y niñas y las características principales de su personalidad ya se habrán definido", así como "algunos contornos de su autoestima y de su sentido de moralidad y empatía", que continuarán madurando hasta la adolescencia.

   Es importante ver el desarrollo de los niños y niñas como un proceso cualitativamente diferente a lo largo del tiempo, definido por "aspectos ambientales que tienen impactos distintos en períodos sensibles del desarrollo", siendo la infancia un periodo crítico. El ejercicio de los derechos del niño en la primera infancia depende en gran medida de "las capacidades y los recursos disponibles de sus cuidadores principales", según revela el informe.

   Algunos de los problemas críticos que enfrenta la población adulta, bien sean de "salud mental, de enfermedad cardíaca, obesidad, dificultades de lectura, escritura, habilidad numérica y criminalidad", por mencionar algunos, tienen sus raíces en la primera infancia.

EL PAPEL DE LA FAMILIA.

   La familia posee un valor intrínseco para el desarrollo humano porque establece relaciones intensas donde "se combinan la intimidad, el afecto mutuo, el cuidado recíproco, la dependencia y la pertenencia". Estas son condiciones importantes para el desarrollo de la persona y no pueden encontrarse fuera de una filiación familiar.

   Desde el punto de vista normativo, la familia constituye una red de cuidado y afecto; sin embargo, "también puede convertirse en el lugar de mayores privaciones para los niños". Por eso es importante entender cómo influye la familia en el desarrollo infantil y "si establece factores de protección o más bien factores de riesgo", que conllevan un déficit en el potencial de desarrollo de los niños, y perjudican sus habilidades socioemocionales y cognitivas.

   El papel especial de la familia nace de ser la institución o estructura social que "determina las posibilidades de desarrollo de una persona desde el comienzo de su vida", lo que la escuela u otras instituciones no pueden hacer. En este sentido, la familia "determina el desarrollo de la personalidad y la adquisición de cualidades desde edades precoces".

   A su vez, la capacidad de los cuidadores depende sobre todo del disfrute de sus propios derechos humanos. "En esto deben considerarse sus circunstancias económicas, su acceso a información y servicios básicos; el nivel de estabilidad política tanto de la comunidad como del país y las leyes y políticas que atañen a sus funciones", según desarrolla el informe. Por eso, invertir en las familias debe ser paralelo a favorecer la vida de los niños y niñas.

   Para construir un futuro sin brechas de desarrollo humano y con equidad, "Panamá requiere invertir más y mejor en la formación cognitiva y socioemocional de los niños, niñas y jóvenes, a través de prácticas parentales que fomenten las capacidades desde la infancia" y "se vinculen a políticas públicas destinadas a ampliar las oportunidades de las personas". El desarrollo de las sociedades no resulta de fuerzas impersonales, sino de la acción individual y colectiva de los seres humanos.