Actualizado 08/07/2011 03:22

México/EEUU.- La Corte Suprema de EEUU rechaza la solicitud para suspender la ejecución de un mexicano en Texas


WASHINGTON, 8 Jul. (Reuters/EP) -

La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado en el último momento la solicitud cursada por la Casa Blanca para suspender la ejecución en Texas de Humberto Leal García, un mexicano acusado de violar y asesinar a una chica de 16 años en 1994.

La decisión se ha tomado por cinco votos en contra y cuatro a favor de dicha solicitud al considerar que las resoluciones judiciales deben basarse en la actual legislación, no en las modificaciones que podrían hacerse en el futuro.

"Declinamos seguir la sugerencia de Estados Unidos de conceder una suspensión que permita a Leal García presentar un recurso basado en una legislación hipotética, cuando ni siquiera él mismo puede decir que su intento de anular su condena va a tener éxito", recoge la resolución.

En contra de la opinión mayoritaria del alto tribunal se han expresado los magistrados Stephen Breyer, Ruth Bader, Elena Kagan y Sonia Sotomayor. "Es difícil entender cómo el interés de un estado en la inmediata ejecución de un individuo que fue condenado hace 16 años puede pesar más que las consideraciones que aconsejan un retraso, quizá solamente hasta después del verano", ha explicado Breyer.

Así las cosas, la decisión sobre la ejecución de Leal García queda en manos del gobernador del estado norteamericano de Texas, Rick Perry. Sin embargo, todo parecer apuntar a que no va a autorizar su suspensión, por lo que probablemente el mexicano sea ejecutado mediante una inyección letal en las próximas horas.

La Casa Blanca, México y Naciones Unidas han pedido a Perry que retrase un mes la ejecución porque Leal García no fue informado de su derecho a recibir asistencia diplomática cuando fue detenido. Esta es una de las garantías que recoge la Convención de Viena, a la que Estados Unidos está sujeto, por lo que al matar al mexicano podría violar este tratado internacional.

Texas ejecuta a más delincuentes que cualquier otro estado del país, lo que ha contribuido a tensar las relaciones con México, donde no existe la pena de muerte. En 2002, el mexicano Javier Suárez Medina fue ejecutado pese a las objeciones del entonces presidente, Vicente Fox. En 2008, José Medellín, otro mexicano, fue también ejecutado a pesar de que tampoco recibió asistencia diplomática.