Actualizado 02/03/2006 18:48

México.- Equipos de rescate tardarán "por lo menos ocho meses" en recuperar los cadáveres de los 65 mineros de Coahuila

Expertos de EEUU explicaron que la alta temperatura en la mina podría originar nuevas explosiones y derrumbes


SAN JUAN DE SABINAS, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los equipos de rescate tardarán "por lo menos ocho meses" en recuperar los cadáveres de los 65 trabajadores que perdieron la vida en la explosión que el pasado domingo 19 de febrero se registró en la mina Pasta de Conchos, de la localidad de San Juan de Sabinas, situada en el norteño estado mexicano de Coahuila. Así lo manifestó el trabajador de los equipos de salvamento Domingo Zapata, socorrista de la mina La Esmeralda, de la empresa Minerales Monclova SA (MIMSA).

Por su parte, los dos consultores estadounidenses expertos en desastres de minas Ken Ely y Keih Wallace, encargados de apoyar los trabajos técnicos que se realizan en el yacimiento con el objetivo de reanudar la búsqueda, admitieron anoche --por primera vez ante los parientes de los fallecidos, molestos con la falta de resultados-- que no saben cuándo hallarán los cuerpos ni tampoco cómo los encontrarán.

Incluso Ely, jubilado de la Administración de Seguridad y Salud del Gobierno de Estados Unidos, explicó que en algunas partes dentro de la mina hay 1.100 grados centígrados de temperatura y las posibilidades de otra explosión son muchas. "A lo mejor pueden estar encendidas (lumbres) o brasas ardiendo y eso es potencial para otro estallido", advirtió.

Durante la junta informativa que a diario tiene lugar en la localidad minera, los familiares de los mineros muertos reclamaron a gritos que se recuperen los cadáveres sin más tardanza, según informó hoy el diario mexicano 'El Universal'.

En entrevista por separado, Zapata reconoció que el interior de la mina "está muy feo, porque hay muchos caídos (derrumbes) y casi no se puede pasar". Asimismo, varios de sus compañeros confirmaron que es muy complicado reanudar los trabajos de recuperación de lo que queda de los cuerpos.

Aunque se ha dicho que hay 17 derrumbes, podrían ser muchos más, ya que el paso es prácticamente inaccesible y peligroso por la alta concentración de gas metano que se registra en el lugar.

"Además, por el aparatoso estruendo los hombres quizá se hayan quemado y reventado" sus cuerpos, advirtió uno de los trabajadores de salvamento. "La explosión movió las cajas de los transformadores que pesan como mil o mil 500 kilogramos. Imagínese qué tanto haría con los compañeros", agregó otro.

RECLAMACIONES DE LAS FAMILIAS

En la junta efectuada anoche, el gerente de la mina, Rubén Escudero, recibió de nuevo reclamaciones y reproches de la gente que se concentró en el lugar, molesta al enterarse de que tardará cuatro días la bomba para sacar el gas que traerán de Estados Unidos.

Según 'El Universal', la indignación aumentó al explicarles que no es posible aún entrar a buscar los cuerpos de los carboneros por el riesgo de otra explosión. "Ya me regañaron" porque ponía en peligro 100 vidas más, las de los integrantes de las cuadrillas, dijo Escudero.

A viudas, hermanos, padres e hijos de las víctimas les recordó que su compromiso de no abandonar la fase de recuperación de cuerpos y así se lo dio por escrito en un documento firmado por la compañía Industrial Minera México (IMMSA), subsidiaria de Grupo México. "No les voy a dorar la píldora", les aseguró con evidente impotencia y agotamiento físico, como el que muestran las familias a 11 días de la tragedia que estremeció a la región carbonífera.

Los familiares aseguraron que seguirán pendientes de la búsqueda hasta que les devuelvan a sus seres queridos. Unos se quedaron a dormir en catres dentro de una carpa y otros se retiraron a sus casas para volver temprano hoy, precisó el citado rotativo.