Actualizado 17/12/2013 20:41

México.- Familiares de mexicanos condenados a la horca en Malasia por narcotráfico piden ayuda del Gobierno

Horca
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MÉXICO DF, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los familiares de los hermanos mexicanos José Regino, Simón y Luis Alfonso González Villarreal, oriundos del estado de Sinaloa, al norte de México, y que fueron ratificados a muerte este miércoles en Malasia, pidieron la ayuda del Gobierno Federal.

"Veremos allí el apoyo del Gobierno Federal, si es que quiere apoyar", señala el padre de los tres hermanos, desde la ladrillera donde trabaja, para dar el sustento económico a su familia, según informa 'CNNMéxico'.

"Nos parece que las esperanzas están medio trancaditas", dice con voz entrecortada Héctor González Ríos, padre de los acusados, tras conocer la determinación del Tribunal de Apelaciones del país asiático.

El padre de los tres mexicanos sentenciados, ha señalado que la familia se siente abandonada por el Gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien le pidieron ayuda por medio de una carta, la última ocasión en que estuvo en Sinaloa.

El hogar de la familia González, al norte de Culiacán, capital de Sinaloa, se llenó de cámaras de video y grabadoras de medios de comunicación nacionales e internacionales, que cubren la historia de los tres hermanos sentenciados a morir.

ACUSADOS A MUERTE POR NARCOTRÁFICO

La policía de Malasia detuvo a José Regino, Simón y Luis Alfonso en marzo de 2008. posteriormente, la justicia de ese país los sentenció a la horca, por su presunta responsabilidad en el delito de narcotráfico.

Sin embargo ésta semana el Tribunal de Apelaciones ha confirmado la sentencia que los condena, por lo que a los hermanos solo les queda como recurso apelar al Tribunal Federal y, por último, solicitar el perdón real para evitar la pena capital.

La esperanza de Héctor González, padre de los acusados, parece decaer, aunque eso no le impide continuar con la elaboración del ladrillo. "Aquí está su trabajo", menciona sobre el lugar donde, según dijo, se formaron sus hijos, ayudándole en esa tarea.

Cuando la madre de los tres mexicanos sentenciados se enteró de la primera sentencia en contra de ellos sufrió un infarto al miocardio, pero "gracias a Dios, sigue viva, en espera de que sus hijos regresen a casa", ha indicado una de sus hijas.