Actualizado 21/02/2007 04:27

México.- El Gobierno de México inicia una campaña para que Estados Unidos reforme su política de inmigración


CIUDAD DE MÉXICO, 21 Feb. (EP/AP) -

Decidido a lograr un acuerdo con Estados Unidos en materia de inmigración, México piensa emprender una campaña intensa de gestiones, semejante a la que lanzó el país en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA en inglés), informó ayer el nuevo embajador mexicano en Estados Unidos, Arturo Sarukhan.

Sarukhan dijo que los consulados de su país encabezarán la iniciativa, para conversar con legisladores estatales y federales, cámaras comerciales, organizaciones civiles y "con todos los actores de la sociedad de Estados Unidos" que apoyan una reforma amplia de inmigración.

"Hay pocos temas tan importantes para el futuro de este país", aseguró Sarukhan ante los medios de comunicación en Ciudad de México, antes de emprender su viaje hacia la capital estadounidense, Washington.

El embajador añadió que México tiene una breve oportunidad de convencer a Washington para que apruebe una reforma de inmigración, antes de que comience la campaña para los comicios presidenciales del 2008.

"Vamos a tener que instrumentar todo el trabajo diplomático y de negociación, semejante al esfuerzo integral que se instrumentó a principios de los años 90 cuando se decidió la aprobación o no del TLC (NAFTA) en Estados Unidos".

México quiere que Washington implemente varias reformas que establezcan un programa de trabajadores huéspedes, proporcionen una oportunidad para que millones de mexicanos que viven ilegalmente en Estados Unidos regularicen su situación, y permitan la reunión de las familias divididas por las leyes de inmigración.

El presidente estadounidense, George W. Bush, está a favor de expedir visas temporales de trabajo para los trabajadores inmigrantes, pero no ha obtenido el apoyo del Congreso, que hasta ahora se ha inclinado más al reforzamiento de la seguridad fronteriza y la construcción de muros que impidan el paso de los inmigrantes.

La inmigración sería uno de los temas principales de discusión entre el presidente Felipe Calderón y Bush el mes próximo, cuando el mandatario estadounidense visite México, como parte de una gira por América Latina.

Sarukhan expresó un optimismo cauto sobre el nuevo Congreso estadounidense dominado por los demócratas, y dijo que México quiere que se deje de limitar el debate al tema de la seguridad, algo que a su juicio, los opositores a la reforma de inmigración han utilizado para frenarla.

"Los migrantes no son delincuentes ni son una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, y construir un muro para detener el flujo migratorio porque amenaza a la seguridad me parece un enfoque equivocado".