MÉXICO DF, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero aseguró este viernes que las investigaciones forenses llevadas a cabo hasta el momento confirman que al menos seis de los dieciocho cadáveres hallados en una huerta del municipio de Tunzingo pertenecen a los veinte michoacanos desaparecidos el pasado 30 de septiembre en Acapulco, informan medios locales.
El procurador de Justicia del Estado de Guerrero, David Sotelo, aclaró en una entrevista radiofónica que, hasta el momento, no ha sido necesaria la utilización de muestras de ADN ya que han sido identificados por los propios familiares de los michoacanos.
Sin embargo, Sotelo señaló que la Procuraduría de Michoacán tomó muestras de ADN a cada uno de los familiares, mientras que la dependencia a su cargo hizo su parte con los restos óseos, para sacar los perfiles genéticos y confirmar esta información de forma científica, según recoge el diario 'El Universal'.
Los peritos forenses continuarán trabajando a lo largo del sábado para tratar de identificar los otros doce cadáveres, ya sea mediante la identificación familiar o a través de indagatorias genéticas.
El pasado miércoles las autoridades mexicanas hallaron un total de 18 cadáveres que estaban enterrados en una 'narcofosa', utilizada por los cárteles que operan en el país para ocultar los cuerpos de sus víctimas, ubicada en una huerta del municipio de Tunzingo, en el estado de Guerrero.
El hallazgo se produjo alrededor de las 17.00 horas de la tarde (medianoche en la España peninsular) con la salida a la superficie de dos cadáveres. Junto a ellos se encontró también un 'narcomensaje' escrito en una cartulina fluorescente y firmado por el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), en el que se menciona al menos a siete personas que habrían participado en la matanza.
Las víctimas vestían ropa de playa, lo que hizo sospechar a las autoridades desde un principio que podrían ser los 20 michoacanos que desaparecieron el pasado 30 de septiembre en Acapulco (sur).