Actualizado 19/11/2006 13:44

México.- Al menos tres de los 10 abogados y un reo mueren en una cárcel tras el allanamiento de la policía


CIUDAD DE MÉXICO, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

Al menos tres abogados y un reo murieron ayer en la prisión David Franco Rodríguez en el Estado de Michoacán, el centro de México, después de que cuatro reclusos retuvieron a unos 15 rehenes durante casi 30 horas.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó de que tres abogados fueron asesinados por los internos, momentos antes de que miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) ingresaran en la prisión para liberar a los rehenes.

Se trata de los abogados Édgar Galíndez Hernández, Alfredo Fabián Sandoval y José Antonio Fernández Galván. Además otros dos abogados, Ulises Montáñez Arias y Alejandro Ramos Reyes resultaron heridos. Además otros tres abogados tuvieron que ser atendidos al sufrir una crisis nerviosa. Varios de los reos heridos se encuentran en estado grave y su vida está en peligro mientras que los abogados están estables, informa hoy el diario mexicano 'El Universal'.

Eran las 15:15 horas cuando se escucharon 12 balazos dentro del Centro de Readaptación Social (Cereso) conocido también como Mil Cumbres, cuando uno de los rehenes, que tenía con un walkie-talkie solicitó auxilio porque los presos le estaban disparando. Por ello varios efectivos de la AFI entraron en el penal, donde fueron recibidos a tiros.

El viernes por la mañana cuatro reclusos retuvieron a 14 abogados y a un custodio en el área de visitas de la prisión después de que estos les notificaran una sentencia de 40 años de cárcel por secuestro.

Los internos, que tenían tres armas de fuego, liberaron a cuatro defensores y al custodio el viernes por la tarde tras una serie de negociaciones. Ayer, sábado por la mañana dejaron ir a otras dos personas.

Los reclusos exigieron a cambio un vehículo blindado, dinero y equipo de comunicación y el compromiso de que no les persiguieran.

La prisión, en la que conviven unos 2 mil internos, fue rodeada por 400 miembros del Ejército, miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP), de la AFI y de otras corporaciones estatales.