BOGOTÁ, 21 May. (Notimérica) -
La crecida de un río a la altura del municipio de Salgar, en el departamento de Antioquía (Colombia), este lunes, ha dejado un balance de 83 víctimas mortales, aunque también se ha producido un milagro: Un bebé de once meses ha logrado sobrevivir a la riada.
En la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital San Vicente Fundación se recupera desde este lunes Dioser Díaz, de tan sólo once meses y el único miembro de su familia que ha conseguido sobrevivir a la tragedia.
El pequeño se encuentra en buen estado y no presenta deterioro neurológico, a pesar de algunas lesiones que le causó la creciente de la quebrada [paso estrecho entre montañas] liberiana. El desastre natural le quitó la vida a su madre y a su abuela, entre otros de sus familiares.
Así lo ha confirmado el jefe del hospital infantil San Vicente Fundación, Juan Pablo Guerrero, añadiendo que el menor que llegó el pasado lunes procedente de Ciudad Bolívar, municipio al que había sido remitido después de ser rescatado del lodo en Salgar, se encuentra consciente y estable.
A pesar de estar en buen estado, el pequeño presenta algunas secuelas del accidente, como laceraciones en todo el cuerpo, politraumatismos, trauma craneoencefálico leve, trauma cerrado de abdomen, contusiones leves pulmonares y una fractura en una costilla.
"No podemos determinar el número de días que estará en este centro médico. Depende de la evolución clínica del paciente", ha aclarado Guerrero, según informan medios locales.
ESTABA DE PASEO CON SU FAMILIA
Uno de los primos del pequeño, Gabriel Ángel Rincón, ha relatado que la tragedia de La Margarita los sorprendió mientras se encontraban de paseo con unos familiares, que residen en el municipio de Andes.
La creciente fue como a las 2.30 de la mañana (hora local) y al niño lo encontraron unas seis horas después, sobre las 8.30 de ese mismo día, según ha informado Rincón en entrevista con el diario 'El Colombiano'.
La familia del bebé no ha tenido la misma suerte, ya que 16 integrantes han muerto en el alud, de los cuales se recuperaron los cuerpos de 12. Las víctimas eran casi todos cafeteros y vivían en la zona donde ocurrió la crecida de la quebrada la Liboriana.
El bebé, que se ha convertido en el rostro de la esperanza en la tragedia que ya ha dejado 83 muertos, quedará de momento a cargo de su abuelo, Álvaro Hernández.