Actualizado 01/05/2015 17:51

Polémica por la muerte de dos niños calcinados en un taller clandestino en Buenos Aires

Incendio Buenos Aires
Foto: POLICIA BUENOS AIRES

BUENOS AIRES, 1 May. (Notimérica) -

   El pasado lunes dos niños murieron calcinados al incendiarse un local que funcionaba como taller textil clandestino y desde varios sectores apuntan contra el Gobierno de la ciudad y su intendente, Mauricio Macri, ya que el lugar había sido denunciado por explotación laboral.

   Los niños, de 7 y 10 años, dormían en el sótano del local --en el porteño barrio de Flores-- cuando, hacia las 10 de la mañana, se desató un incendio. Los padres de los chicos consiguieron escapar, pero están ingresados por quemaduras e inhalación de humo.

   El lugar era de difícil acceso para los bomberos y los servicios de emergencia, ya que a pesar de ocupar toda una esquina, tenía puertas y ventanas tapiadas, posiblemente para encubrir la actividad ilegal que se realizaba.

   El diputado de la Legislatura porteña y titular de la ONG La Alameda --que denuncia casos de trata--, Gustavo Vera, señaló que desde su ONG ya habían denunciado este lugar, pero ni el Gobierno de la ciudad ni el nacional hicieron nada.

   "La Justicia y el Gobierno de la ciudad estaban anoticiados hace por lo menos siete meses. El 24 de septiembre de 2014 nosotros presentamos una denuncia sobre seis talleres clandestinos. Uno era éste", dijo Vera tras el incidente.

   El titular de La Alameda se quejó de que "ni siquiera fueron a tocar timbre a ver qué pasaba" y de que, de hecho, la semana anterior al incendio le llegó un oficio del Gobierno de la ciudad diciendo que "no había habido inspecciones o que, si las hubo, no habían encontrado nada".

   Sin embargo, el actual jefe de Gabinete del Gobierno porteño y candidato a intendente por el partido de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, negó que se hubiera hecho la denuncia, a lo que Gustavo Vera respondió mostrando la carta de prueba.


ACUSACIONES CONTRA MACRI

Desde varios sectores han apuntado contra el intendente de Buenos Aires, Mauricio Macri --quien además es precandidato a la Presidencia de Argentina--, y contra miembros de su Gobierno por permitir la existencia de estos lugares.

   El jefe de Gabinete del Gobierno nacional, Aníbal Fernández, remarcó que "esta tragedia habla de la desidia y la falta de controles, de la falta de interés en el ejercicio del control del poder de policía por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires".

   La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) pidió la renuncia del director de la División de Protección al Trabajo de la ciudad, Fernando Macchi, al considerar que es responsable de lo sucedido por la falta de control.

   Además, el inspector de la ciudad, Edgardo Castro, ha denunciado que Macri "en lugar de proteger a los trabajadores como su función lo indica, protege a los empleadores, y en este caso peor aún porque protegió a un taller clandestino".

   Castro señaló que el Gobierno de la ciudad lleva a cabo una "mecánica de protección a los talleres clandestinos", al notificar al empresario de que hay una denuncia contra él, de forma que puedan tomar "los recaudos necesarios para evitar una próxima inspección".

   Por su parte, Macri se defendió en Radio Mitre con unas declaraciones poco afortunadas en las que dijo que se trata de una situación "compleja", ya que "en la desesperación, la gente se agarra a ese trabajo y encima se enoja con uno cuando va y lo clausura".

   Además, Macri se escudó en que en realidad es la justicia federal y no la local la que se encarga de los casos de trata y en que desde su Gobierno el año pasado realizaron más de 6.000 inspecciones.

   Desde el Vaticano, Gustavo Vera --conocido amigo del Papa-- recibió una carta de Francisco en la cual expresó que el suceso le "causa mucho dolor" y pidió para que no vuelvan a ocurrir sucesos semejantes, "fruto de injusticias".