BOGOTÁ, 12 Jul. (Notimérica) -
Este lunes, en el municipio de Chiriguaná, en Cesar (Colombia) varios manifestantes han tomado la famosa carretera Transversal del Caribe para reivindicar la reapertura del servicio especializado del Hospital de San Andrés, cerrado recientemente por falta de fondos.
En la protesta, los ciudadanos han mostrado pancartas en contra de esta decisión del hospital, en las que se leía 'No más maquillajes con el hospital' o 'La salud es de todos y para todos', entre otros mensajes de rechazo. Las protestas llegaron a un punto en el que tuvo que intervenir de forma violenta el Escuadrón Móvil Antidisturbios, la ESMAD.
Esta actuación ha dejado a cinco personas detenidas, un muerto, un herido grave y varias personas hospitalizadas. La persona que ha fallecido en esta redada se identifica como Naimen Lara. De 35 años de edad, era profesor de educación física y recibió tres disparos por la espalda.
Las circunstancias de su muerte tendrán que ser aclaradas por las autoridades pero varios testigos han asegurado al diario colombiano 'El Espectador' que tienen que ver con la arremetida de la Fuerza Pública.
Por otro lado, los manifestantes destacan la crudeza con la que la Policía colombiana trató a otro de los presentes, Tony Rafael Jiménez, de 28 años, quien resultó herido y fue trasladado al Hospital San Andrés. Su cuerpo presentaba grandes contusiones que, al parecer, habían sido producidas por repetidos arrollamientos por una motocicleta de alto cilindraje de la ESMAD.
SIN ESPECIALISTAS NI TRATAMIENTOS MÍNIMOS
El posible cierre del hospital local se debe a la mala gestión del dinero público destinado a dicho servicio. Muchos de sus trabajadores, la mayoría especialistas, han sido despedidos por no contar con dinero suficiente para pagarles sus salarios. Tal es la disconformidad que presentan los empleados del hospital que se han producido renuncias masivas en el diferentes áreas, como el apartado de enfermería.
El hospital San Andrés presta servicio a los habitantes de los municipios del Cesar como son Astrea, Curumaní, Pailitas, Talameque, Chimichagua, El Paso, La Jagua de Ibirico y San Roque. En total, la atención médica ronda en torno a las 205.000 personas.
La suspensión de pagos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y el derroche del presupuesto destinado para este año, que se gastó los tres primeros meses del año, han obligado a despedir al personal encargado de tratamientos de alta complejidad.