Actualizado 09/03/2015 15:05

Mujeres de América Latina, motores de la reducción de la pobreza

Mujeres
Foto: REUTERS

Madrid, 8 Mar. (Notimérica) -

   Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha en la que se celebran los logros conseguidos en la larga y dura lucha de las mujeres por la igualdad, una batalla que, sin embargo, sigue vigente.

   A lo largo de decenas de años, las mujeres han logrado muchos avances y derechos que no tenían por el simple hecho de ser mujer, una condición que, injustamente, les hacía estar relegadas a un segundo plano en la mayoría de los ámbitos.

   Con estos cambios, no sólo ellas, sino la humanidad también se ha visto beneficiada por el potencial que las mujeres han generado gracias al acceso a herramientas como la educación, la voz y participación, que han hecho prosperar a los países en muchos terrenos.

   Sin embargo y desgraciadamente, todavía persisten las discriminaciones y desigualdades hacia la mujer, tanto en países en desarrollo como en aquellos más desarrollados, una circunstancia que frena el crecimiento global, pero de la que en muchos lugares no se tiene conciencia.

   Este es el caso de America Latina, donde más de 70 millones de mujeres se han unido a la fuerza laboral en los últimos años. Dos tercios del aumento de esta participación femenina en la fuerza laboral en las últimas dos décadas se pueden atribuir a una mayor educación y al hecho de que las mujeres se casan más tarde y tienen menos hijos.

   El resultado de este avance fue que, entre 2000 y 2010, los ingresos de las mujeres contribuyeron a reducir la pobreza extrema en la región en aproximadamente un 30 por ciento, según señala el Banco Mundial.

   Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llamó, en su último informe sobre el Panorama Social de la región, a suprimir las diferencias en la participación laboral entre mujeres y hombres como una condición imprescindible para reducir la pobreza.

   De acuerdo con el estudio, si todos los países de Latinoamérica promovieran un mayor acceso de las mujeres al empleo, y al mismo tiempo disminuyeran las diferencias de ingresos entre ambos sectores de población, conseguirían reducir sus tasas de pobreza alrededor de un 10 por ciento.

   La CEPAL señala como ejemplos los casos de Nicaragua y El Salvador, en donde se podría reducir la pobreza en un 12 por ciento si se adoptaran estas medidas.

   Las mujeres están surgiendo como una fuerza importante para el cambio, y los países que han invertido en la educación de las niñas y han eliminado las barreras legales que impiden a las mujeres alcanzar su potencial, ahora están percibiendo los beneficios.

   De hecho, para que los países puedan erradicar su pobreza, es necesario que exista una igualdad entre las mujeres y los hombres y deben incrementarse todavía más las oportunidades para ambos. Sin embargo, para llegar a este punto, hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales.

CONDICIONES PARA LA IGUALDAD

   Por un lado, los índices de violencia contra las mujeres siguen siendo demasiado altos, según indica el Banco Mundial. Se calcula que más de 700 millones de mujeres en todo el mundo han sufrido algún tipo de violencia por parte de su marido o pareja.

   Esta violencia, no sólo genera graves consecuencias para las víctimas y sus familias, sino que también impacta de manera significativa en las comunidades y las economías, afectando a su productividad, que tiene un coste negativo de un 2 por ciento en Chile y de 1,2 por ciento en Brasil en cuanto a sus productos internos brutos (PIB).

   En segundo lugar, las mujeres y las niñas siguen sin tener las mismas oportunidades y luchan por poder ser dueñas de sus propias decisiones. Las brechas siguen siendo importantes, como en el caso de los salarios, que suelen ser muy inferiores para las mujeres, además de hacer la mayoría de los trabajos del hogar y el cuidado de personas.

   Por último, las mujeres del mundo entero siguen estando muy poco representadas en los puestos de liderazgo. En enero de este año, sólo 10 mujeres eran jefas de Estado y 15 eran jefas de Gobierno.

   Promoviendo reformas, contribuyendo al desarrollo económico y sacando a sus familias de la pobreza, las mujeres de América Latina han tenido un papel monumental en la configuración del continente en la última década. Sin embargo, dado que la discriminación aún abunda en muchos sectores, la igualdad de género todavía es, en el siglo XXI, un desafío para la región.