Actualizado 17/12/2013 21:26

Nicaragua.- Tribunal nicaragüense reduce penas a 18 mexicanos falsos periodistas de Televisa

Atacan televisión Televisa
Reuters

MANAGUA, 2 Oct. (Reuters/EP) -

Un tribunal de apelaciones de Nicaragua redujo a 18 y 17 años las condenas de prisión para 18 mexicanos que se hacían pasar por periodistas y que habían sido condenados en enero a más de 30 años por narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado, informó este martes un portavoz judicial.

La Sala Penal II del Tribunal de Apelaciones de Managua dispuso rebajar las condenas por el delito de tráfico internacional de estupefacientes, la mayor de las tres, y cambió la modalidad de cumplimiento de las penas desde una de forma sucesiva a una simultánea donde predomina la de más años, indicó el portavoz judicial, Roberto Larios.

Agregó que los magistrados encontraron en la falta de antecedentes de los mexicanos un "atenuante" para reducir de 20 años a 18 años de cárcel la condena para Raquel Alatorre Correa, la única mujer y considerada la líder del grupo, al igual que a Juan Luis Torres, mientras que los 16 mexicanos restantes resultaron favorecidos con una rebaja de 19 a 17 años por el mismo motivo.

Las otras condenas, de entre 7 y 10 años por lavado de dinero y por crimen organizado para los miembros del grupo, tendrán que cumplirse en forma simultánea a la pena mayor que es por narcotráfico, según la resolución.

Los mexicanos intentaron entrar en agosto a territorio nicaragüense por la frontera con Honduras a bordo de seis vehículos con logotipos y documentación de Televisa, en los que llevaban ocultos 9,2 millones de dólares.

En enero, un juez penal impuso a los mexicanos penas que sumadas llegan a los 35 años en los casos de Alatorre y Torres, y un poco menores en el resto, pero la legislación del país centroamericano estipula que la condena máxima no puede sobrepasar los 30 años de prisión.

vvvCentroamérica es utilizada como puente para transportar droga desde Sudamérica por cárteles del narcotráfico mexicano, quienes usan cada vez más la región como campo de operaciones y almacenamiento, con la consecuente violencia que genera esa actividad.