Publicado 10/12/2014 10:38

La niña que vino al mundo en medio de un campo de matas de coca en Colombia

Un policía colombiano ayudó al parto de una niña en plena selva
POLICÍA

BOGOTÁ, 10 Dic. (Notimérica) -

En plena selva colombiana nariñense, en una zona pantanosa y llena de matas de coca, un policía ayudó a nacer a una pequeña cuya madre indígena caminaba por el terreno en compañía de dos pequeñas.

La casualidad hizo que ese día, una patrulla policial se internase en la zona y, tras verificar coordenadas, comenzara a montar su base de operaciones para iniciar la erradicación manual de varios miles de matas de coca, en un departamento donde hay sembradas unas 13.000 hectáreas.

El patrullero y enfermero de combate Jorge Calderón, oriundo de Pacho (Cundinamarca), de 31 años, formaba parte de la guardia periférica, lista para repeler cualquier ataque armado.

El joven agente observó que una indígena en avanzado estado de gestación caminaba por una trocha en compañía de dos niñas pequeñas. Pasó frente al uniformado y siguió su camino, pero unos 30 metros más adelante se sentó y comenzó a pedir ayuda.

El uniformado corrió entonces en su auxilio. La mujer, pese a tener algunas contracciones, insistía en que todavía le faltaba un mes para tener a su bebé.

Calderón llamó a sus compañeros, quienes lograron pedir prestado un caballo para intentar trasladarla al centro asistencial más cercano, a tres horas de camino.

Pero las contracciones se hicieron más fuertes y el patrullero se dio cuenta de que el parto era inminente. "Rompió fuente y no había tiempo de traer equipo alguno. La asistí y traje al mundo a la criatura con mis manos, tal como las tenía en ese momento", explicó después el agente.

Otro policía y un erradicador civil se quedaron atendiendo a la madre, mientras el patrullero Calderón recorría el plantío de coca con la bebé en sus manos, en busca de una sábana limpia para arroparla.

Horas más tarde, el futuro padrino llegó con su ahijada hasta el centro médico de Llorente y allí dejó a salvo a madre e hija con los doctores, no sin antes ir a comprarle algo de ropa.

"Lo que más me sorprendió fue que, desde el mismo nacimiento, la niña se aferró a mi índice derecho. Así estuvo todo el camino y no lo quería soltar ni incluso cuando la entregué al doctor", explicó emocionado el policía.