MÉXICO DF, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un grupo interdisciplinario de trabajo se encargará de estudiar el flujo migratorio de la mariposa monarca, que el año pasado sufrió una disminución de ejemplares de más de un 40%, y de diseñar estrategias para garantizar su conservación.
Los presidentes de México y Estados Unidos, Enrique Peña Nieto y Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, se comprometieron, durante la séptima Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en Toluca, a la creación de un grupo de trabajo para la protección y conservación de la mariposa monarca, especie que simboliza la asociación entre los tres países.
La decisión llega tras la recepción de la carta elaborada por intelectuales, científicos y ambientalistas de todo el mundo, que solicitaron a los tres líderes que traten la problemática durante la celebración de la Cumbre.
Entre los firmantes se encuentran, científicos de reconocidas universidades, como José Sarukhán, ex rector de la UNAM; los Nobel de Literatura Orhan Pamuk, de Turquía, y Tomas Transtromer, de Suecia; los intelectuales mexicanos Elena Poniatowska o Fernando del Paso, entre otros.
La reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, en los estados de México y Michoacán, fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial en la categoría de Bien Natural en el año 2008.
Con una extensión de 56.259 hectáreas, esta reserva alberga cada otoño a millones de mariposas monarcas procedentes del sur de Canadá y de las extensas áreas de América del Norte, que hacen un recorrido de más de 4.500 kilómetros para anidar en los bosques mexicanos.
En los últimos años, la llegada de esta especie se ha visto drásticamente reducida, pasando de 1.000 millones de ejemplares en 20 hectáreas de terreno en el año 1996 a poco más de 30 millones en media hectárea, según un estudio de World Wildlife Fund (WWF).
PRINCIPALES AMENAZAS
Las principales amenazas para la mariposa monarca son el aumento de cultivos genéticamente modificados de soya y maíz en Estados Unidos y el consecuente uso de herbicidas que están provocando la disminución del algodoncillo, principal alimento de las orugas monarcas. AsImismo, la tala ilegal de los bosques de oyamel en México, está acabando con el hábitat de este invertebrado.
En la declaración conjunta, los líderes de América del Norte se comprometieron a proteger la biodiversidad de la región y hacer frente a otros retos ambientales, como el tráfico de especies silvestres y los ecosistemas en riesgo.
Asimismo, remarcaron su interés en reactivar un grupo de trabajo tripartito para asegurar las condiciones de integridad y conservación de la mariposa monarca tal como solicita el Comité de Patrimonio Mundial.