TUMBA ÓSCAR PÉREZ
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   CARACAS, 22 Ene. (Notimérica) -

   Este fin de semana era enterrados en el Cementerio del Este de Caracas los cuerpos del expolicía venezolano Óscar Pérez y del resto de los "terroristas" que lo acompañaron en la clandestinidad de una casa del Junquillo, una zona montañosa de las afueras de la capital venezolana. El pasado lunes 15 de enero, autoridades venezolanas localizaban el lugar en el que se encontraba escondido el grupo sublevado, liderado por Pérez, e iniciaba el ataque contra la casa.

   Las primeras noticias sobre el operativo desplegado por las autoridades nacionales de Venezuela para la 'captura' de Óscar Pérez se conocían el lunes 15 de enero a través de una decena de vídeos publicados en la red social de Instagram en los que el piloto aseguraba durante el asedio su intención de entregarse junto a sus compañeros.

   Los vídeos se iban sucediendo conforme pasaban los minutos, y en ellos se apreciaba el sonido de las balas y los disparos, los gritos y, poco a poco, las heridas en el rostro de Pérez. Sin embargo, y a pesar del carácter público de dichas imágenes, la posibilidad de entrega a las autoridades venezolanas nunca llegó a ser constatada.

   Quien se hubiera sublevado como un rebelde contra el Gobierno de Nicolás Maduro al atacar sobre un helicóptero varias instalaciones gubernamentales --entre ellas un cuartel de la Guardia Nacional--, así como haber robado 26 fusiles y "otras armas de guerra", no podía ahora venir con "el show de la llorantina", dijo la ministra para el Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela, en un mensaje de Twitter.

   A través de rumores y de declaraciones extraoficiales otorgadas a los medios de comunicación, en la noche del lunes al martes 16 de enero se conocía la muerte del exoficial, de quien también se publicaba una imagen en la que, supuestamente, aparece sin vida entre los escombros del lugar en el que se mantenía escondido.

   No fue hasta 24 horas después que el Gobierno de Maduro confirmaba su muerte y la de otras ocho personas. "Ante una agresión que pone en riesgo la vida de los funcionarios, se procedió al protocolo para neutralizar al grupo agresor, lamentablemente con el saldo de siete terroristas fallecidos", indicaba el ministro del Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, en una locución televisiva.

   La versión dada por el Gobierno indica que cuando los términos para la entrega de los "terroristas" ya estaban dispuestos, estos atacaron a las fuerzas de seguridad desplegadas, matando a dos policías e hiriendo a otros ocho agentes. "No quieren que nos entreguemos. Nos quieren asesinar", decía Pérez en una de las grabaciones.

   ¿Cuál de las dos versiones es la más próxima a la verdad?

   "AJUSTICIAMIENTO"

   "Durante las dictaduras en Argentina y Chile, aparecían frecuentemente noticias sobre terroristas muertos en enfrentamientos. Muchas veces se trataba de ajusticiamientos. Da la impresión que lo mismo ocurrió ayer en Venezuela", escribía el director para Latinoamérica de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, a través de su Twitter.

   La sospecha surgida sobre ese posible "ajusticiamiento" se veían alimentadas de las actividades bajo el apelativo de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), un operativo de seguridad del Estado contra la delincuencia en el país desplegado por Maduro en 2015. Se trata de una serie de operativos de despliegue y toma temporal de zonas de las que con anterioridad se han recibido denuncias sobre delincuencia.

   Varias organizaciones no gubernamentales han denunciado la violación de derechos humanos durante estos operativos, así como ejecuciones extrajudiciales en dichos despliegues judiciales. La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, quien se ha convertido en una firma opositora de Nicolás Maduro, ha denunciado y reconocido dichas actuaciones.

   Sin embargo, Maduro aseguró que el grupo pretendía atacar una embajada, siendo el ministro Reverol quien se refiriera al grupo como "célula terrorista", aunque estas declaraciones se suman a la promesa de Maduro de "plomo y tolerancia cero" contra el grupo rebelde tras atacar con granadas las sedes del Ministerio del Interior y del Tribunal Supremo.

   SIN PRUEBAS DEFINITIVAS

   La bipolaridad de la figura, héroe o "terrorista", enfrenta nuevamente a la sociedad venezolana e internacional, de la misma manera que lo hace su muerte, de la que no existen pruebas definitivas que puedan certificar realmente el motivo y la forma, pero sí muchas voces.

   Un periodista de 'Telemundo', Alberto Rodríguez, compartió a través de su página oficial de Twitter una fotografía de la supuesta acta de defunción del expolicía, en la que confirmaba que tanto Pérez como el resto del grupo había muerto a consecuencia de un "traumatismo cráneo encefálico severo por herida de arma de fuego en la cabeza".

   El periodista de 'CNN en Español', Osmary Hernández, aseguraba haber tenido acceso a ese mismo documento que, de acuerdo con informaciones del diario venezolano 'El Nacional', fue entregado a los familiares de Pérez y de los otros seis ciudadanos muertos en el operativo.

   La periodista Alicia De La Rosa confirmaba esa misma información con fuentes de la morgue de Bello Monte, asegurando que todos los cadáveres presentaban un tiro en la cabeza.

   Tras la publicación de dichas informaciones, Vivanco indicaba que "de confirmarse, esta información es una evidencia rotunda de que las víctimas fueron ejecutadas a sangre fría por los esbirros del régimen de Maduro".

ENTIERRO

   El temor de las familias de que se llevara a cabo la cremación no autorizada de los cadáveres llevó a que se desplegaran múltiples denuncias, muchas de ellas a través de las redes sociales. Sin embargo, los cuerpos de los seis compañeros de Pérez pudieron ser identificados por sus familias el jueves por los familiares, pero las autoridades negaron entregar el cuerpo de Óscar Pérez.

   Tras la identificación, los cadáveres de Abraham Agostini y José Pimentel eran llevados a un cementerio del este de Caracas y se ordenaba enterrarlos de inmediato, permitiendo a sus familiares más cercanos estar presentes. La escena en las inmediaciones del lugar era de disputa entre la población y las autoridades, quienes no permitían el paso de nadie para formar parte del entierro.

   Horas después, en la madrugada de este lunes, las autoridades enterraban el cuerpo de Óscar Pérez en el mismo cementerio. Su identificación no se llevó a cabo, y durante el sepulcro del piloto tan solo su tía y su prima pudieron estar presentes. El lugar permanecía cerrado por cordones militares y sin permitir el acceso de nadie.

   "Lo enterraron con sólo dos familiares y no nos dejaron pasar. No nos avisaron. A mí no me consta (que el cuerpo esté sepultado en el lugar), pueden poner hasta un muñeco ahí enterrado", ha dicho desde el cementerio Francis Pérez, una prima del expolicía, en declaraciones recogidas por medios locales.

    Una vez bajo tierra, las fuerzas de seguridad que permanecían en lugar se han ido y, entonces, familiares y ciudanos venezolanos han podido acceder al lugar para acercarse a la tumba del exinspector de la policía científica, sobre la cual se han depositado cientos de flores, banderas venezolanas y mensajes de apoyo y cariño.

   Salido de la nada, Óscar Pérez habría muerto el lunes 15 de enero, como si nada. Nada está claro en un escenario lleno de un sinfín de dudas que, parece, no serán aclaradas del todo. Una captura, un ataque, una entrega, la muerte, un tiro, una ejecución... no se sabe nada.