Publicado 23/05/2015 19:47

El Papa destaca que monseñor Romero supo oír el sufrimiento de su pueblo

Beatificación del arzobispo Óscar Romero
JORGE LOPEZ / REUTERS

SAN SALVADOR, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha destacado en el día de la beatificación del obispo salvadoreño Óscar Romero que durante su vida, este supo ver y oír el sufrimiento el sufrimiento de su pueblo y lo ha comparado con el Cristo Buen Pastor. Romero se ha convertido en el mártir más emblemático de la guerra civil salvadoreña de la década de 1980, ya que fue asesinado por un escuadrón de la muerte de ultraderecha.

"Damos gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana", ha señalado Francisco en una carta remitida al arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.

El Papa ha resaltado además que Romero fue un obispo "celoso" que "se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor". "En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia", ha subrayado Bergoglio.

"Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas", ha destacado.

Bergoglio ha apelado a recordar los valores de Romero también hoy y aprovecharlos para impulsar una "verdadera y propia reconciliación nacional" en El Salvador. "El Papa participa de sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio", ha afirmado.

Monseñor Romero, referente para muchos por sus discursos contra la pobreza y a favor de la justicia social, se convirtió en un icono de la Iglesia Católica tras ser asesinado por un francotirador mientras oficiaba misa en una capilla de un hospital para pacientes con cáncer la tarde del 24 de marzo de 1980.

Una comisión de la verdad de Naciones Unidas determinó que el crimen fue ordenado por Roberto D'Aubuisson, fundador de los escuadrones de la muerte y del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), pero los responsables de su muerte nunca fueron llevados a juicio.