ROMA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha dicho que tiene que causar "vergüenza" el hecho de que tantas familias vivan en la pobreza, durante su audiencia general de este miércoles, ante unas 20.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro.
"Existen tantas familias pobres que con dignidad buscan conducir su vida cotidiana. Esta lección no debe justificar nuestra indiferencia, sino aumentar nuestra vergüenza por el hecho de que exista tanta pobreza", ha subrayado.
Sin embargo, ha reconocido que es "casi un milagro" que, también en la pobreza, la familia continúe formándose y ha precisado que este hecho "irrita a esos planificadores del bienestar que consideran los afectos, la generación, los lazos familiares, como una variable secundaria de la calidad de vida".
Frente a ellos, el Pontífice ha invitado a "arrodillarse" ante estas familias que son "verdadera escuela de humanidad que salva a la sociedad de la barbarie".
LA FAMILIA NO COTIZA EN LOS BALANCES.
Así, el Papa ha pedido a los responsables de la vida pública que "reorganicen el vínculo social partiendo de la lucha contra la espiral perversa entre familia y pobreza, que conduce al abismo" pues, a su juicio, solo entonces, llegará "una nueva ética".
También les ha advertido de que "¡la inmensa obra de la familia no cotiza en los balances!" y de que no se trata solo de "una cuestión de pan" sino "de trabajo, de educación, de salud".
"La falta o la pérdida del trabajo, o su fuerte precariedad, repercuten gravemente en la vida familiar poniendo a dura prueba las relaciones. Las condiciones de vida en algunas barriadas, con problemas de vivienda y transporte, así como la reducción de los servicios sociales, sanitarios y educativos, provocan todavía más dificultades", ha matizado.
CONSUMISMO Y CULTO A LA APARIENCIA.
A estos factores, según ha señalado, se añade "el daño" causado por los "pseudo-modelos difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y el culto a la apariencia" que, a su parecer, "influencian a las franjas más pobres y aumentan la disolución de los lazos familiares".
Por otra parte, Francisco ha recordado cómo en algunos países la pobreza se ve agravada por los conflictos armados. "La guerra es la madre de todas las pobrezas, una depredadora de vidas, de almas, y de los afectos más sagrados y más queridos", ha lamentado.
Ante esta situación, ha recordado a la Iglesia que "para responder a tanta miseria, también ella tiene que ser pobre" y ha definido lo que es una Iglesia pobre: "Una Iglesia que practica una simplicidad voluntaria en su vida, en sus instituciones y en el estilo de vida de sus miembros".