Publicado 17/06/2015 12:17

El Papa reza por una UE que cierra la puerta a solicitantes de asilo e inmigrantes

Papa Francisco en la audiencia del 3 de junio en San Pedro.
FRANCO ORIGLIA/GETTY

ROMA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha invitado a pedir por las personas e instituciones que cierran la puerta a los inmigrantes en Europa, al tiempo que ha exigido a la Comunidad Internacional que actúe de manera "acorde y eficaz" para prevenir las causas de la inmigración forzada.

"Invito a pedir por las personas e instituciones que cierran la puerta a la gente que busca un hogar, que busca una familia, que buscan ser custodiados", ha exclamado Francisco durante la Audiencia General de este miércoles, que coincide con la Cumbre de ministros de Interior de la Unión Europea para discutir sobre el reparto de solicitantes de asilo a través de cuotas.

El Pontífice ha subrayado que los inmigrantes "buscan un refugio lejos de su tierra, buscan una casa donde poder vivir sin temor, para que sean siempre respetados en su dignidad".

Durante su discurso en la Plaza de San Pedro, el Papa ha reflexionado sobre el luto de las familias cuando pierden a un ser querido, que ha comparado como un "agujero negro" al que no sabe "dar una explicación".

"Entiendo que se enfaden con Dios, que blasfemien, que digan Dios no existe, no está. Esta reacción viene del corazón del dolor grande de la pérdida de un hijo en una familia", ha expresado.

EVITAR QUE LA MUERTE "ENVENENE LA VIDA".

Asimismo, ha arremetido contra los "cómplices" de la muerte que la hacen "más injusta y dolorosa", al tiempo que ha clamado contra la indiferencia ante las muertes provocadas por el odio y la indiferencia de los demás. "Que el señor nos libre de habituarse a esto", ha implorado.

En este sentido, ha recalcado que la muerte física tiene cómplices que son peores que ella. Odio, envidia, soberbia, avaricia, el pecado del mundo que trabaja para la muerte y la hace más dolorosa e injusta".

Además, ha explicado que la esperanza cristiana lucha contra la "visión nihilista de la muerte" y ayuda a no caer en "mitologías de varios géneros como los ritos de la superstición antigua o moderna".

Sin embargo, ha manifestado que "la muerte no tiene la última palabra" y que "el amor es más fuerte". Por ello ha subrayado que "la oscuridad de la muerte se va afrontado con un trabajo más profundo de amor".

Para evitar que la muerte "envenene la vida" y para impedir hacer que los afectos caigan "en la oscuridad" después del dolor que supone la muerte de un hijo, el Papa ha invitado a dejarse "sostener por la fe".

"La experiencia del luto puede generar una nueva solidaridad", ha sentenciado. Así, Francisco ha reflexionado sobre la compasión de Jesús por los que sufren y finalmente ha reclamado el "derecho al llanto en el luto".