Actualizado 04/09/2010 02:27

Paraguay.- Fernando Lugo recibe el alta médica después de una larga sesión de quimioterapia


ASUNCIÓN, 4 Sep. (Reuters/EP) -

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, abandonó el viernes una clínica privada de Asunción tras someterse durante aproximadamente nueve horas a una sesión de quimioterapia para tratar el cáncer linfático que padece.

Lugo -que la semana próxima deberá limitar sus actividades para cuidar su salud- dejó el sanatorio Migone luego del tratamiento en el que se le suministraron medicamentos vía endovenosa y que transcurrió sin mayores complicaciones, según explicó el hematólogo Alfredo Boccia, quien forma parte del equipo de médicos que lo atiende.

Lugo, de 59 años, fue recientemente diagnosticado con linfoma de Hodgkin con afectación ósea, un tipo de cáncer que compromete al sistema linfático, y tuvo la primera sesión de quimioterapia en Brasil, adonde viajó a mediados de agosto para confirmar el diagnóstico.

Está previsto que el mandatario, que perderá el cabello y probablemente baje de peso como consecuencia del tratamiento, permanezca el resto del día en la residencia presidencial y descanse el fin de semana, para luego retomar su agenda el lunes.

La semana siguiente a la quimioterapia, cuando normalmente se detecta un descenso en el nivel de glóbulos blancos en la sangre del paciente, Lugo cumplirá con algunas restricciones.

"Esa semana se restringen las actividades públicas para evitar contagios y cuando los glóbulos blancos se recuperan que suele suceder al final de la segunda semana, vuelve a tener actividades normales, que es lo que hizo la semana pasada", dijo Boccia.

Lugo cumplirá además con una dieta que excluye comidas crudas y será medicado con vacunas y antibióticos como profilaxis. "La complicación más temible es que las defensas bajen y haya una infección", señaló el médico.

La repentina enfermedad de Lugo despertó temores por la posibilidad de que no pueda concluir su mandato de cinco años --que termina en 2013--, pese a que el propio mandatario y sus colaboradores aseguraron que el tratamiento no interferirá con sus funciones de Estado y que la enfermedad era altamente curable.

El presidente tiene por delante otras cuatro sesiones de quimioterapia que se administrará cada tres semanas y viajaría nuevamente a Sao Paulo para un control en aproximadamente un mes.