Publicado 10/01/2018 15:15

Los patrones de movilidad influyen en la propagación de una epidemia

Tráfico, coches, vehículos, carretera, movilidad
URV

   TARRAGONA, 10 Ene. (EUROPA PRESS/Notimérica) -

   Los patrones de movilidad influyen en la propagación de una epidemia o bien en su contención, según han demostrado investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y de la Universidad de Zaragoza en un estudio conjunto.

   Los científicos han diseñado un modelo matemático que, publicado en la revista 'Nature Physics', permite hacer predicciones sobre la expansión de enfermedades en situaciones de movilidad recurrente entre diferentes poblaciones o distritos de una gran ciudad, de casa al puesto de trabajo y de regreso a casa.

   La investigación, llevada a cabo por los investigadores Àlex Arenas, de la URV, y Jesús Gómez y David Soriano, de la Universidad de Zaragoza, se ha basado en datos de la ciudad de Cali (Colombia).

   En una situación de epidemia, el sentido común aconseja aislarse del resto de la población o reducir la movilidad y disminuir las posibilidades de contagio, aunque esta medida lejos de mejorar el problema, puede conllevar un aumento de las posibilidades de contagio y agravar, por tanto, la situación endémica, según los investigadores.

   Las personas realizan trayectos recurrentes: se desplazan a otra ciudad o barrio y vuelven a casa, y en este contexto, la pregunta que se han hecho los investigadores es la siguiente: ¿Esta movilidad hace variar la incidencia de una epidemia?: "La respuesta es sí", explica el investigador Icrea Àlex Arenas.

   Según el trabajo, la movilidad recurrente deriva en menos epidemias, ante lo que el investigador Jesús Gómez Gardeñes ha remarcado: "Observamos, para nuestra sorpresa, que el aumento de movilidad no siempre conlleva un aumento de la incidencia epidémica".

   Las poblaciones de los distritos que se han analizado --como podría ocurrir con las de los barrios de Barcelona, Tarragona o Reus, por ejemplo-- no son iguales en lo que se refiere a la cantidad de personas que viven en ellos.

   En una población pequeña, a las epidemias les cuesta más expandirse, porque la infectividad es la misma, pero no hay tanta gente con quien contactar.

    En cambio, en una población muy grande, es más fácil la infección: las poblaciones que determinarían el punto crítico de la infección, que son las más grandes, se ven rebajadas por la movilidad y esto hace que el punto crítico, a partir del cual la epidemia persiste, sea inferior.

MODELO MATEMÁTICO

   Con el modelo matemático diseñado se puede calcular cuándo pasará esto y en qué condiciones pasará, es decir, se puede entender mejor por qué en unas ciudades la incidencia de una epidemia puede ser inferior que en otras cuando, en principio, ni la infectividad ni el mecanismo de infección han cambiado.

   Los investigadores consideran que el estudio se puede extender a otras ciudades o territorios, siempre que se disponga de los datos de movilidad real.