Actualizado 13/10/2006 21:26

Perú.- Alertan en Perú de que los empresarios "no tienen claro qué es ser responsable" sobre protección de la infancia

La intención es "muy buena", pero creen que "basta con regalos y payasos un sólo día" y no realizan acciones sostenidas en el tiempo


MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo Informe, enmarcado en el libro de reciente publicación 'Qué están haciendo los empresarios por la infancia: ¿Tendrían que hacer algo por ellos?', alerta de que en general, en Perú los empresarios locales "no tienen claro qué es ser socialmente responsable", según las respuestas de un total de 108 compañías del país, que, en la mayoría de los casos, "dejaron mucho que desear".

La publicación, auspiciada por Save the Children, está firmada por las investigadoras Elvira Huerta y Miriam Larco, que recorrieron el país e investigaron a empresas de todos los tamaños. Prácticamente no hallaron acciones sostenidas y a largo plazo en favor de la niñez.

Según las declaraciones de Larco al diario 'El Comercio', "todos somos parte de la sociedad y los empresarios son actores sociales muy importantes". El 89% de los empresarios aseguró que sí le interesaba la infancia, aunque "el problema está en las distintas formas que tienen de participar".

"Están los que lo hacen a través de un desayuno, de una campaña por Navidad o de un regalo al inicio del año escolar, que es lo común, pero puede ocurrir que terminen regalando cuadernos a niños de comunidades a las que, a través de sus empresas, contaminan", explica.

Aunque la intención de estos empresarios es "muy buena", falta "capacidad de reflexión", porque "creen que basta con llegar a un colegio con obsequios y payasos, que basta con alegrarles el día". "¿Y mientras tanto, qué hay del Medio Ambiente?,¿qué hay de los mensajes publicitarios que lanzan todos los días?, ¿qué hay del tipo de productos que elaboran y a quiénes los dirigen?, se preguntan las autoras del estudio.

El tema de la responsabilidad social "va mucho más allá de una acción concreta: tiene que ver con una acción sostenible, reflexiva, que implica compromiso a largo plazo con la sociedad, y no solo desde el entorno externo". Porque, "¿de qué sirve que establezcas una relación con la sociedad si tu relación con tus trabajadores marcha mal?", "¿si por ejemplo no respetas sus horarios de trabajo?", agrega Larco.

En palabras de Huerta, el Informe detecta mucha "doble moral". "Hay toda una serie de contradicciones porque hay empresas con proyectos muy interesantes --que van más allá de pintar un colegio un fin de semana--, pero que después no cuidan su publicidad y terminan estableciendo patrones nocivos para los niños". La investigación señala que la mayoría de empresas realiza algún tipo de acción aislada, "que tienen que ver más con la filantropía que con la responsabilidad social".

"No hay duda de que hay interés por los niños, al menos emocional, pero el problema es que los empresarios no tienen claro cómo impactar en los menores de manera sostenible", agregan las expertas.

"El empresario es un actor social y es parte de esta sociedad, por lo que su desarrollo no solo debería apuntar al enriquecimiento, sino también a descubrir qué puede hacer por su comunidad". Hoy, el consumidor no espera de una empresa solo un buen producto, un buen servicio y un buen precio, "ahora también espera que sea responsable": que por ejemplo no use a niños para hacer zapatillas. "Estas acciones son cada vez más comunes en el mundo", detalla Huerta.

"Cuando indagábamos sobre el perfil de la persona que debería desarrollar este tema en el interior de la empresa, las respuestas eran: todos los trabajadores, el dueño o el gerente, la persona a cargo de márketing, de Relaciones Públicas o de Recursos Humanos", continúa. Todas ellas personas con muy buena voluntad, "pero que seguramente le dedican solo el 5% de su tiempo a esta labor", dice.

Entre las 108 empresas analizadas, así como ONG e instituciones que trabajan por la infancia "lo que encontramos, sobre todo, fue desconfianza". "Es una lástima, pues hay organizaciones muy serias, con proyectos sostenidos, que están perdiendo financiación". "Y esto, pese a que la alianza entre ambas es estratégica para lograr el desarrollo, sobre todo en el tema de la niñez".

En Perú, agregó Huerta, "hay empresas que tienen fundaciones muy conocidas, que pueden hacer un buen trabajo, pero, si su criterio social no está incorporado en su filosofía empresarial, no es una empresa que se encamine hacia un fin socialmente responsable". "La responsabilidad social no es trabajo de un área, sino de toda la empresa", concluyó.