Actualizado 08/02/2008 17:53

Perú.- El gobierno de Castilla La Mancha visita las actuaciones realizadas en la zona del terremoto de Ica, en Perú


TOLEDO, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, ha visitado el departamento peruano de Ica, que el pasado verano fue afectado por un terremoto de gran magnitud, para comprobar las actuaciones que se han llevado a cabo con las ayudas de emergencia que fueron aprobadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha.

Los más de 700.000 euros que el Ejecutivo regional destinó el pasado año fueron destinados a la construcción de albergues provisionales, así como a la reconstrucción de la red de abastecimiento de agua y saneamiento; además de la restauración de las viviendas e infraestructuras educativas y sanitarias de las zonas rurales de Ica, informó la Junta en un comunicado.

Tomás Mañas ha departido con los responsables de algunas de las Organizaciones No Gubernamentales encargadas de hacer realidad estas ayudas humanitarias, como Cruz Roja, Save the children y el Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad (MPDL), que le han acompañado en el recorrido por la zona.

El titular de Bienestar Social reseñó la "alta efectividad de la ayuda castellano-manchega en la zona, que ayudó a prevenir una mayor penuria en las condiciones de vida de las personas afectadas, así como la propagación de enfermedades".

En este sentido, además de la ciudad de Ica, capital del departamento, el consejero ha recorrido también Chincha Alta y algunos de los núcleos rurales más apartados, como La Tinguiña, Parcota y Subjantaclla, donde el terremoto afectó a un mayor número de infraestructuras básicas.

Allí ha podido comprobar sobre el terreno el destino de las ayudas concedidas y el uso que les da población. Además ha podido recoger de mano de los propios afectados la situación en la que se encuentran y las necesidades más perentorias que sufren en estos momentos.

En total fueron cinco las ayudas humanitarias de emergencia aprobadas a partir del mes de agosto que, por importe de 723.000 euros, se invirtieron en el establecimiento de albergues y fuentes de agua potable, comenzando después a destinarse a labores de reconstrucción en unas 13 localidades de la zona.