Actualizado 10/07/2009 16:55

Policía china disuelve pequeña protesta en Xinjiang

Por Chris Buckley

URUMQI, China (Reuters/EP) - La policía antidisturbios china disolvió una pequeña manifestación de uighures a la salida de las plegarias del viernes en un barrio musulmán de Urumqi, arrestando a varias personas a las que se llevaron con las manos sobre la cabeza.

Una multitud de varios cientos de personas se concentró cerca de la Mezquita Blanca junto con policías antidisturbios armados con metralletas mientras coches blindados de la policía bloqueaban las calles alrededor del edificio y un helicóptero sobrevolaba la zona.

"Ven, así es como tratan a los uighures, como a animales", dijo una mujer.

Cientos de musulmanes uighures abarrotaron la mezquita luego de que las autoridades dieron marcha atrás con la decisión de cerrar los templos para minimizar la tensión étnica.

Las fuerzas de seguridad impusieron el control sobre la capital de la región de Xinjiang, pero las plegarias de la tarde estaban poniendo a prueba la habilidad del Gobierno de contener la rabia uighur luego de que chinos han, el grupo étnico predominante en todo el país, atacaron el martes sus vecindarios.

Esos ataques fueron en represalia por la muerte de 156 personas en disturbios que los uighures llevaron a cabo el domingo, el peor brote de violencia de origen étnico que vive la región en décadas.

La decisión de silenciar las plegarias colectivas pudo generar resentimiento, pero miles de soldados y policías antidisturbio parecían listos para sofocar cualquier nueva protesta uighur.

Casi todos los uighures son musulmanes, pero pocos adhieren a las interpretaciones más estrictas del Islam.

Pekín no puede darse el lujo de perder el control en un vasto territorio que limita con Rusia, Mongolia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Afganistán, Pakistán e India, que tiene abundantes reservas de petróleo y es la mayor región productora de gas natural del país.

AVISOS DE SUSPENSION

Otras mezquitas frecuentadas por hui, un grupo musulmán culturalmente afín a los chinos han, abrieron sus puertas el viernes después de que multitudes de unos pocos cientos de fieles empezaran a gritar.

Las mezquitas en el distrito de tiendas mayoritariamente uighur de Urumqi exhibieron desde temprano avisos que indicaban que las plegarias habían sido suspendidas.

Un grupo de uighures reunidos en las afueras de la gran mezquita del puente Dong Kuruk dijeron que estaban molestos y decepcionados porque ésta no abriría sus puertas.

"Nos sentimos insultados. Esta es nuestra mezquita. Pero no se nos permite ingresar, mientras entran otros no creyentes", dijo un hombre joven.

El gobernante Partido Comunista chino teme que las grandes reuniones religiosas uighures puedan convertirse en otro catalizador para disturbios luego de una semana de violencia étnica.

Los uighures, un pueblo de raíces turcas mayoritariamente musulmán y que comparte lazos lingüísticos y culturales con Asia central, representan casi la mitad de los 20 millones de habitantes de Xinjiang.

El presidente chino, Hu Jintao, quien se vio obligado a abandonar una cumbre del G-8 en Italia por la violencia étnica en Xinjiang, dijo que mantener estabilidad social en la región rica en energía era la "tarea más urgente" del Gobierno.

Hu describió los disturbios del domingo como un "serio crimen violento elaboradamente planificado y organizado por 'tres fuerzas'" en el país y en el extranjero, una aparente referencia a extremistas religiosos, separatistas y terroristas.